Efectivos de la Guardia Civil de Huesca recibían sobre las 16’40 de ayer un aviso en la Central 062 , con el que se informaba que una mujer de nacionalidad francesa de unos 50 años se había accidentado en los Oscuros del Mascan. Se dirigieron al lugar el helicóptero de la Unidad Aérea y Equipo de Montaña de la Guardia Civil de Huesca, con médico de 061.
Cuando se encontraban de camino al rescate se recibió un nuevo aviso en torno a las 17’20 horas, informando de que un ciudadano francés que estaba realizando el descenso del Barranco del Vero, término municipal de Alquezar, a la altura del segundo caos se había quedado bloqueado en una poza.
La Guardia Civil dejó momentáneamente el rescate inicial y se dirigió el personal a la zona del Vero. Una vez en el lugar, mediante un ciclo de grúa se depositó a los especialistas en montaña y se localizó la poza donde se hallaba el barranquista. Tras un intento de acceder al lugar en apnea no divisaron el cuerpo, debido a la fuerza que lleva el agua y ante la posibilidad de que la misma pudiera arrastrar a los especialistas se activó al Grupo de Actividades Subacuáticas de la Zona de Aragón (G.E.A.S.).
Una vez en el lugar uno de los buzos se adentraron en la poza de unos cinco metros de diámetro, con una botella de 5 litros de aire e intenta divisar el cuerpo del barranquista, debido a la fuerza con la que golpeaba el agua se había formado una lavadora que arrastraba hacía dentro al buzo. Así que evitando el sifón de agua se deslizaron hacía el fondo y desde allí intentaron divisar a su alrededor no pudiendo ver nada, por lo que decidieron introducirse justo en el lugar donde cae el agua y dejarse arrastrar por la corriente. La corriente los introduzco hacía una chimenea que formaban las piedras pudiendo ver entonces la pierna del barranquista. Intentaron asirlo para sacarlo del agua, resultando imposible ya que estaba con la otra pierna atrapada en un tronco que había cruzado en el lugar, por lo que tuvieron que liberar la pierna y volver a hundirse al fondo con el barranquista para poder esquivar la fuerza del agua y sacarlo al exterior. Desde allí ha sido apoyado por un compañero del GEAS que hacía la inmersión en apnea y por componentes del Equipo de Montaña, una vez han conseguido sacar el cuerpo el médico únicamente ha podido certificar el fallecimiento, tras colocar el cadáver en una camilla ha sido evacuada mediante un ciclo de grúa al helicóptero de la Unidad Aérea y se ha trasladado el cuerpo al Hospital San Jorge y posteriormente en coche fúnebre al Hospital Provincial.
El rescate se ha visto dificultado por las condiciones reinantes en la zona con fuerte viento, lo que hace que los ciclos de grúa con el helicóptero sean más arriesgados y poco después han empeorado debido a la lluvia.