José María Masgrau Gómez
El domingo 19 de junio un año más y cumpliendo con la tradición, nuestro club ascendió al pico del Aneto, en esta ocasión conmemorábamos el 60 aniversario de la entronización de la imagen de la Virgen del Pilar en la cumbre del Aneto.
A las 6,15 de la mañana 27 montañeros del club iniciábamos la ascensión con las primeras luces entre nieblas y cayendo bolisas de agua nieve, tras 25 minutos de ir caminando llegamos a la nieve que a esas horas estaba bastante dura y pudimos ponernos los crampones ascendiendo siguiendo el clásico itinerario de los neveros que ascienden hacia la Maladeta, para luego atravesar en un giro hacia la izquierda (este) el Portillón superior al filo de las 9 de la mañana.
Nos recibió un glaciar del Aneto pletórico de nieve recién caída (unos30 cms), realizamos una breve parada al inicio del glaciar en unas rocas, para retomar fuerzas, poder comer y beber y una vez descansado 15 minutos cruzar la larga travesía de casi 2 kilómetros de nieves perpetuas hasta el collado de Coronas; eso sí ya equipados todos los miembros del grupo con crampones y bastones o piolet y los niños con cascos, al llegar al collado de Coronas nos quedaba el último esfuerzo para remontar el repecho final de la cúpula cimera con el que se defiende el gigante Aneto.
El primer grupo llegaba sobre las 12 horas a la antecima del Aneto y 15 minutos más tarde llegaba el segundo grupo.
Tras instalar las cuerdas sobre la estrecha cresta atravesábamos anclados con bagas de seguridad y mosquetones, prácticamente todos los montañeros, la afilada cresta conocida como el puente o paso de Mahoma hasta la cumbre que presentaba un verdadero aspecto invernal debido a la nieve caída en esa noche del sábado al domingo.
Todos disfrutamos de un día maravilloso en la cima del Aneto, desde el montañero más veterano, nuestro amigo Christian Lepine con 74 años de edad venido desde Olorón, hasta el más pequeño nuestro amigo Mario Fábregas con 11 años de edad.
Como es habitual en las ascensiones al pico Aneto realizamos la tradicional ofrenda de 12 rosas rojas a la Virgen del Pilar y nos hicimos las fotos de recuerdo así como el nombramiento de los nuevos caballeros y damas de los tresmil metros de altura.Una jornada de alta montaña preciosa e inolvidable que para muchos fue su bautismo en una primera cumbre de tres mil metros de altitud.En ésta ocasión la meteo se cumplió al milímetro y en toda la ascensión a partir del Portillón superior lució el sol, mientras tanto en la cuerda fronteriza y en la vertiente norte del Pirineo predominaban las nubes bajas y las nieblas.
Sobre las 16,30 de la tarde todo el grupo llegábamos al Refugio de La Renclusa en un descenso rápido gracias a la presencia todavía de muchos neveros y con la dicha y alegría de haber hollado cumbre en el Aneto y sin tener que lamentar afortunadamente ningún incidente.