Tener suficiente es lo mejor que le puede ocurrir a cualquier ser humano. Se trata de un estado que predispone a gozar de la vida en plenitud sin afectar al de otras personas, excepto para ayudarlas a mejorarse sin acaparar más de lo necesario.
La sensación de tener suficiente es exclusiva, solo depende de sí mismo por mucho que una persona pueda sentirse presionada por el entorno. Basta con una respuesta corta con tono amable y cortés:
¡Gracias, tengo suficiente!
Tener suficiente tiempo para cuidarse con atención y cariño es una de las grandes fortunas que posee cualquiera, pues depende exclusivamente de la propia decisión y voluntad. Se cuida aquello que se ama y cuidarse es lo mejor que se puede hacer por sí mismo, por los demás y por el mundo.
Sería magnífico poder desear que se tenga suficiente ánimo y salud para limpiar todo lo que cada uno ha ensuciado, restaurar todo lo que cada uno ha maltratado y reparar todo lo que cada uno ha roto, empezando por sí mismo, de este modo se podría mejorar el legado que nuestros descendientes van a recibir. Tener suficientes recursos para vivir con dignidad y satisfacer las necesidades básicas, de manera que la vida sobre este planeta sea mejor para cada generación, aunque se disponga de menos, puede dejar de ser una utopía para convertirse en un derecho que puede alcanzarse cuando exista una masa crítica suficiente de personas que así lo deseen.
Tener suficiente felicidad para vivir con alegría y entusiasmo la vida cotidiana, es la mayor riqueza de que pueda gozarse. No está fuera sino dentro de sí, pues se trata de un poder que se aloja en el interior de cada persona, además no pesa, no ocupa lugar, no vale dinero y puede agrandarse de manera exponencial e infinita, aunque conviene dar gracias cada día al levantarse por este magnífico don.
Tener suficiente paz para gozar del silencio, del ritmo vital, del cariño de las amistades, del amor de la familia y de la propia compañía, siempre fiel y a entera disposición, es el mejor de mis deseos para este solsticio de verano o de invierno, según en qué hemisferio se viva, que hoy puede celebrarse.
