Javier Hernández Cordero.
En el colofón de su visita, la charla en las instalaciones de la Asociación de Empresarios de Barbastro, contó cómo su viaje, de menos de 72 horas, había comenzado a las 4:30 de la mañana del día 12 en Londres, dónde, mientras se trasladaba hacia el aeropuerto de Gatwick, atendía a los medios españoles, deseosos de noticias y perfiles de la nueva Primera Ministra británica, Theresa May.
Sus treinta años de trabajo periodístico en medios como el Financial Times y su directo arraigo con nuestro país le convierten en el nexo perfecto para contar y explicar todo lo relevante que allí sucede.
De Londres a Barcelona y después a Barbastro, ha tenido la ocasión de visitar el Santuario y alrededores de Torreciudad y nuestra ciudad del Vero.
La figura del Papa Francisco, sobre quién ha escrito el libro “Franciscus, el Papa de la Promesa” le sirvió para esbozar algunas de las características que adornan la figura del Santo Padre Argentino, auténtico némesis de Donald Trump, hombre muy comprometido con su Orden Jesuita, forjado en las procelosas aguas de la política y la Administración argentina, crítico consigo mismo y con aspectos como el consumismo desenfrenado y con la política actual, tan trufada de dirigentes como escasa de líderes frente a una sociedad que se enfrenta a uno de sus peores pobrezas: la soledad.
Para Burns, Bergoglio representa el remedio de luz pacificadora en un mundo lleno de oscuridad, un hombre en el que hay algo de héroe y no poco de sirviente.
Explicó como el liderazgo del Papa Francisco se basa en la colegialidad y no en la imposición, posicionamiento necesario para acometer la gran reforma que desea para la Iglesia que, por su envergadura, no podrá, ver terminada y cuyo legado, al margen de la misma, será la elección de un sustituto que la culmine.
Una transformación que pasa por un cambio “de arriba abajo y de abajo a arriba” únicamente a la altura de un líder que, en primer lugar es hombre y sólo después líder.