
Ni el frío ni la tibia lluvia que cayó en la mañana del domingo menguaron el acto estrella y con el que se pone fin a las Jornadas Micológicas: la muestra de setas y el reparto de migas que llenó de público la plaza del Mercado de Barbastro.
La climatología ha sido adversa en lo que llevamos de año, con ausencia de lluvias que han mermado la proliferación de setas. Sin embargo, la salida al monte que realizaron el sábado varios ‘cazadores de setas’ del Centro de Estudios del Somontano, organizador de esta jornada, fue productivo ya que se recogieron más de ochenta especies de hongos. Una vez seleccionadas, se presentaron en la muestra de la plaza. Anaminatas oboideas, boletus edulis y aerius, marcolepiotas, tricolomas, ramarias, … “Hemos querido ofrecer en la plaza lo que el monte tiene y con dos ejes prioritarios: que no se note que has pasado cuando sale y recojas lo que vas a consumir sin dejar basura; y que un placer como degustar una seta no se convierta en un disgusto. No hay que consumir lo que no se conoce”, afirmó Pedro Cortina, uno de los responsables de la asociación micológica.

La semana pasada también tuvieron otros actos para difundir la micología. Una charla sobre el cambio climático y un taller gastronómico registraron también una buena afluencia de público al Centro de Congresos de Barbastro. “Estamos contentos porque son veintidós ediciones realizando la muestra y unos veinticinco años de actividad micológica y la gente va acudiendo a los actos”, señaló Cortina.
Un buen reclamo sin duda fue el reparto de migas con setas que preparó el Centro de Estudios del Somontano junto a miembros de la Corporación municipal como el alcalde Antonio Cosculluela que ya lleva 18 años con el delantal y el cucharon. “Son una setas deliciosas y a pesar de que pintaba mal, está habiendo mucha gente y casi no damos abasto. Es una forma de recuperar parte de nuestras tradiciones como las migas, un alimento diario de la gente del cmapo durante le invierno”, aseguró Cosculluela.