
Los barbastrenses y visitantes han vuelto a demostrar su interés por una fiesta que no deja de crecer y que ha logrado endulzar una vez más la mañana a miles de personas con el reparto de más de 12.000 crespillos elaborados a partir de hojas de borrajas. El dulce típico del Somontano ha celebrado la vigésimo cuarta edición de su fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, organizada por el Grupo Tradiciones y patrocinada por el Ayuntamiento de Barbastro.
Cientos de personas se han acercado a la plaza del Mercado para probar los crespillos elaborados durante toda la mañana en los 14 hornillos participantes, al frente de los cuales estaban asociaciones de la ciudad y particulares, elaborando cada uno cientos de dulces típicos siguiendo su propia receta, incluidos los aptos para celiacos. También los miembros de la Asociación de vecinos del Barrichós, de Graus, como localidad invitada, ha contado con un hornillo propio en el que han cocinado los dulces tal como lo hacen en esta villa ribagorzana. «En Graus también hacemos crespillos pero los hacemos para el domingo de Pascua porque es el día que más gente ahí, y este año hemos venido a Barbastro al ser invitados, y el ambiente es muy bueno», afirmaba Carmen Enrique.

Muchos turistas se suman a esta fiesta llegados de varias partes de Aragón y de España. Una de estas familias que quiso conocer la fiesta fue la de Manuel Crespillo, oriundo de Granada pero residente en Barcelona. «Hemos venido toda la familia para celebrar la fiesta. Está muy bien, hay buen ambiente y buena gente. Y el crespillo hace honor a mi apellido», señalaba Manuel, que considera que el origen de su apellido puede tener raíces aragonesas, que también las tiene entre sus ancestros. Como curiosidad cabe recordar que hace unos años también a esta cita acudió el pamplonés Javier Crespillo Rico, que se mostró encantado igual que Manuel del ambiente encontrado en Barbastro.
Las Damas han sido las encargadas de repartir los crespillos en una mañana amenizada por los Dulzaineros del Somontano y que ha comenzado con la elaboración de estos más de 12.000 dulces, en los que se han invertido medio centenar de kilos de harina y de azúcar, una cifra similar de litros de leche y de docenas de huevos, alrededor de 160 litros de aceite, 15 botellas de anís y otros tantos sobres de anís en grano, una caja de levadura y otra de gaseosas.

La Ruta del Vino ha vuelto a participar en esta fiesta llenando un Bus del Vino desde Zaragoza y Huesca que, bajo la denominación de Un viaje al origen, ha incluido la visita a dos bodegas y ha ofrecido a los viajeros la oportunidad de disfrutar de esta fiesta.
Además, los restaurantes barbastrenses Flor, Pirineos, El Portillo, El Placer y El Patio, y el Lagar del Vero, en Huerta de Vero, han ofrecido, durante todo el fin de semana, propuestas diferentes donde la gran protagonista ha sido la borraja.