
Este sábado se celebro la romería al Santuario de la Virgen de Dulcis, al que acuden con devoción los vecinos de Buera, Huerta de Vero, Alquézar, Radiquero, San Pelegrín, Colungo y Asque. En esta edición participaron los vecinos de Almazorre y Santa María de la Nuez que portaban su bandera.
La novedad de este año fue la colocación de una campana, donada por José Gómez de Colungo con el nombre de Julia en referencia a su nieta. Se alza sobre una estructura de hierro frente a la ermita y fue emotivo escuchar el sonido del bandeo de la campana.

Al igual que todos los años, los vecinos de Colungo fuimos hasta la ermita con la bandera recorriendo el camino que une las dos poblaciones atravesando el cauce del rio Ramillar.
Poco antes de la una comenzó la ceremonia con la procesión de las cruces, estandartes y banderas de cada pueblo, recorriendo un trayecto desde los alrededores de la ermita, el fuerte viento impidió poder llevar las banderas debido a su altura y solo algunas se sacaron en la procesión.
Como todos los años la ermita se quedo pequeña para acoger a todos los fieles, el párroco D. José María Cabrero oficio la ceremonia, asistido por los sacerdotes Jaime Muzas , Rafael Batalla y la música del grupo jotero Aires Monegrinos.
Entre las autoridades presentes además de los alcaldes, estaba la diputada provincial Maribel de Pablo y el vicepresidente de la Comarca del Somontano, Santos Larroya.

Finalizada la eucaristía, sobre las dos tuvo lugar la comida por los campos que rodean la ermita bajo las carrascas, se calcula que se congregaran alrededor de mil personas, cada grupo que se junta ya tiene su sitio fijo de todos los años y se vive muy buen ambiente.
Los de Colungo éramos de los más numerosos con ochenta comensales que disfrutamos de una buena comida, se trata de uno de los actos que cuenta con más participación favorecido por la gran tradición que se tiene a esta romería.

Para la sobremesa el cantador Paco Lasierra, maestro en el arte de la ronda, fue por cada una de las mesas rondando a los presentes poniendo el broche final al día.
Sin duda que se trata de un día muy bonito, de hermandad entre los pueblos que honran a la Virgen de Dulcis, este año con el sonido de la campana.