Alrededor de 50 personas, entre representantes de distintas asociaciones y entidades y vecinos interesados a título individual, acudieron el martes a la presentación del diagnóstico del PMUS de Monzón (Plan de Movilidad Urbana Sostenible).
La presentación del diagnóstico corrió a cargo de Breogán Sánchez (técnico de CIRCE) y, la propuesta de Participación, a cargo de Eduardo Traid (Jefe de Servicio de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón). Abrieron y clausuraron la sesión el alcalde y el concejal de Medio Ambiente.
Se expusieron las principales conclusiones de un documento cuya elaboración es el resultado de un gran trabajo técnico y una importante base de participación, torno al 12% de la población de Monzón aportó hábitos de movilidad, sugerencias, etcétera, en esta fase.
Aspectos reseñables: más de la mitad de los desplazamientos de la población se realizan en vehículo privado y solo uno de cada 20 en bicicleta; Monzón tiene un elevado potencial ciclable (por su estructura radial y la ausencia de pendientes); y las distancias recorridas son, en su mayor parte, inferiores a un kilómetro (perfectamente asumibles andando o en bicicleta).
La prioridad del coche se verifica al comparar el espacio disponible en la vía para el uso del mismo, ya sea para tránsito o estacionamiento, y el espacio disponible para los peatones. En este sentido, la principal demanda de los escolares ha sido la mejora de la seguridad vial, de manera que les permita desplazarse tanto a pie, como en bici o en patín y compartir el camino con compañeros y amigos.
Aproximadamente, un cuarto de los viajes diarios se realizan para llegar a puestos de trabajo localizados en polígonos industriales o a otros municipios, sin que exista, a día de hoy, oferta de transporte público de calidad a esas áreas.
En la presentación se pudieron ver imágenes obtenidas a partir del vuelo de drones, de los que se ha extraído información relacionada con contaminación atmosférica, espacios dedicados al movimiento peatonal, ocupación de plazas de aparcamiento en distintos horarios, cobertura vegetal…
Los retos que se van a plantear en la siguiente fase, a la que están invitados a participar todos los ciudadanos de Monzón, son los siguientes:
** Óptima reestructuración del tráfico viario.
** Dimensionamiento inteligente del parque de estacionamiento público.
** Pacificación de las calles.
** Aprovechar el potencial ciclista.
** Uso eficiente de los recursos en transporte público.
** Aceptar el desafío de una alternativa de movilidad intercomarcal a los polos industriales.
** Seguir haciendo de Monzón una ciudad verde y universalmente accesible, en la que caminar por sus calles sea un motivo para dejar el coche aparcado en casa.
Se puso a disposición de la población tanto el documento completo que en breve se podrá consultar en la web www.monzon.es como un resumen del mismo. Los aspectos más importantes están recogidos en unos paneles que se han instalado en el vestíbulo de la Casa de la Cultura.
El alcalde, Álvaro Burrell, indicó que el Ayuntamiento se involucrará en la consecución de los retos, y resumió los objetivos en “minimizar” el uso del coche. “Por un lado, habrá que concienciar a los ciudadanos, y por otro, facilitar la movilidad con carriles bici, zonas peatonales y un buen servicio de transporte publico. El documento me parece muy interesante. Son retos propios del siglo XXI. Cambiar de hábitos no acostumbra a ser fácil, pero en este caso hay un aliciente muy motivador: modelar entre todos una ciudad más habitable y más atractiva, un buen legado para las futuras generaciones”, detalló.