El comité de empresa y la dirección de Brilén mantuvieron durante el mediodía de ayer su segunda reunión para aclarar las condiciones de despido del cierre de la planta de urdido y encolado en la que trabajan 25 empleados, anunciado hace dos semana a los trabajadores. El sindicato UGT, que ostenta la mayor representación en el comité de empresa, barajaba la posibilidad de descender el número de empleados a 15, teniendo en cuenta que en próximos meses la empresa textil abrirá una nueva planta en la que se podrían recolocar varios de los puestos que se planten suprimir.
A pesar de un primer compromiso inicial por parte de la dirección, en esta segunda reunión no se han concretado ni las indemnizaciones salariales ni un nuevo descenso del número de despidos. Todo apunta a que los despidos pudieran ser en los empleos eventuales y de las empresas subcontratadas por ETTs, lo que le cariz “muy complicado, aunque entendemos que aún se podría hacer un mayor esfuerzo” como apuntaba el presidente del comité Gregorio Coll.
La reunión entre el comité de empresa y la dirección “no ha supuesto avances ninguno” por lo que las negociaciones se han pospuesto para el martes próximo.
El comité de empresa confía en reducir los despidos de 25 a13. Seis puestos de trabajo, según la propuesta de la empresa, se reubicarían en la nueva línea de producción de hilatura técnica que empezará a funcionar en diciembre, y el resto de puestos de trabajo se derivarían a logística, mantenimiento o laboratorio.
La próxima reunión entre el comité de empresa y la dirección será el martes. En dicha reunión se espera ya abordar el tema de las indemnizaciones. “Una vez que tengamos claro el número de personas afectadas habrá que pensar en qué solución se les da a través de indemnizaciones”, aclaraba Coll. En este tipo de indemnizaciones entrarían las prejubilaciones o los despidos voluntarios “para que no vaya nadie forzado. Pero habrá que concretar las indemnizaciones”, señalan desde el comité.
El cierre de esta planta se hará efectivo el 15 de mayo. De momento las conversaciones con la dirección de la empresa textil se están centrado en buscar una salida a los afectados por el cierre de la planta de urdido y encolado. El expediente de regulación de empleo temporal, que afectará a la sección de polimerización, durante siete meses, desde agosto hasta septiembre de 2010, se ha pospuesto hasta llegar a un consenso en lo relativo al cierre de la planta. En este ERE temporal se verán afectados 30 trabajadores.
La empresa textil Brilén es una de las pioneras en asentarse en el polígono industrial “Valle del Cinca” a finales de los 70. Su llegada a Barbastro contribuyó al desarrollo industrial de la ciudad del Vero y tras el cierre de Moulinex es uno de los principales pulmones empresariales de la capital del Somontano.