
Desde el final de marzo ya se puede circular por la avenida de Navarra, la antigua carretera a Salas. El tramo cortado desde octubre bajo el puente del convento de las Capuchinas por la realización de catas se abría al tráfico el viernes 29 una vez que los trabajos de la excavación culminaron por orden del departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón. La DGA es con el Ayuntamiento el promotor de la obra de acondicionamiento de ésta y del resto de las cuatro travesías que se están acondicionando.
Sin embargo queda mucho por excavar ya que no se ha llegado al estrato final –cuando aparece la roca- en la zona donde ha aparecido una casa árabe y restos de vasijas y estructuras romanas. De seguir escavando podrían seguir apareciendo nuevas estructuras.
No obstante, la dirección general de Patrimonio ha indicado en una circular, remitida al Ayuntamiento, que «las prospecciones y el estudio realizados son suficientes. Se ha determinado que los trabajos de la carretera no causan ninguna agresión a los restos encontrados, dado el nuevo trazado, y por tanto se pueden continuar las obras».
La circular deja la puerta abierta a seguir excavando en un futuro y reitera que los restos se van a conservar –lo más probable soterrándolos y cubriéndolos con una tela especial para estos casos-.
Cabe recordar que el PAR ha propuesto dejar los restos al descubierto con medidas preventivas y crear un jardín arqueológico, como el que ya existió en torno a la Catedral.
La decisión de parar con la excavación y permitir así el inicio de las obras de la travesía «no quiere decir que posteriormente no se pueda continuar excavando y proseguir con el estudio de los restos», indican desde Patrimonio.
La consejera de Cultura Mayte Pérez afirmó ante una pregunta del diputado popular el barbastrense Ángel Solana que el Gobierno de Aragón iba a costear la excavación y que los trabajos proseguían. Apenas una semana después, se da por bueno el trabajo realizado, y se ha decidido paralizar las obras cuando los arqueólogos que trabajaban en este yacimiento, Antonio Alagón y Francisco Pérez, habían dado con restos romanos, los más antiguos aparecidos hasta la fecha en la ciudad del Vero.
Además se ha descubierto parte de la muralla de la primitiva ciudad que levantaron los musulmanes y que automáticamente debe ser declarada Bien de Interés Cultural, como defiende el historiador Juan José Nieto que ha llevado este asunto ante el Juzgado de Barbastro para solicitar que se siga excavando y se respeten los restos.
Los restos hallados, incluidos los huesos de los trinitarios, se depositarán en el Museo Provincial. Los arqueólogos deberán documentar todas las piezas halladas y realizar el pertinente estudio.
A partir de ahora, se inician los trabajos de urbanización de esta zona. La empresa adjudicataria ya había comenzado a trabajar por el otro extremo de la travesía, ya que los importantes restos musulmanes, previsiblemente del siglo XI, motivaron la variación del proyecto en esta zona.
El concejal de Urbanismo y Cultura, Iván Carpi, recalca que el Gobierno de Aragón da por finalizado el proyecto al “al llegar al límite de lo excavado” y que una vez los arqueólogos remitan su estudio pertinente Patrimonio “emitirá un informe. Ahora se está protegiendo lo encontrado”. Asimismo insiste en que el trazado de la carretera se ha modificado para preservar el yacimiento. El concejal valora que los restos “se van a preservar tras la modificación del proyecto”.