El dirigente del PAR Arturo Aliaga acaba de justificar el pacto de gobierno en Aragón con esta frase: “Es posible que Aragón necesite más de atrevimiento que de prudencia”.
Para Platón la Prudencia es una de las cuatro grandes virtudes, conocidas como cardinales, que junto con la Templanza, Fortaleza y Justicia deben orientar las acciones habituales del hombre; si bien parece que para el sabio en realidad las virtudes eran tres y que la Justicia es consecuencia de ellas. No faltan quienes piensan que Platón quiso decir que la Justicia es la causa y no la consecuencia de la Prudencia, Fortaleza y Templanza.
En cualquier caso para Platón (y Aristóteles) la Justicia está íntimamente relacionada con la Prudencia, ya sea como causa o como consecuencia. Y dado que en Aragón la Prudencia parece que va a ser suplantada por el atrevimiento ¿cómo afectará a la Justicia? Me refiero a la justicia de los acuerdos y decisiones de la DGA, porque afortunadamente el pacto no afectará a la Justicia de los jueces (espero)
Dicen que con ese pacto al PAR se va a hacer con varias empresas públicas, con el sector de la nieve (o sea Aramón… lagarto, lagarto) y con el turismo.
Hace unos 20 años un concejal de Barbastro, creo que de Fiestas, afirmó que “La juventud necesita desbordarse” frase que me llamó mucho la atención, por su antiplatonismo, dado que para el sabio griego debió ser:
“El apetito de la juventud tiende a desbordarse y la Templanza lo contiene”.
La necesidad es la Templanza y no el desbordamiento (como dijo el edil).
Cuentan que en el franquismo cuando el Ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega daba posesión a los gobernadores civiles les aconsejaba: “Sed cautos y sed castos”. Que equivale a decir:
“Aplicaos con prudencia y templanza”
Platonismo puro.
Pero los tiempos cambian una barbaridad y hoy leemos por internet que en Aragón la Prudencia, está de más, porque así lo piensa el jefe de un partido regional. El atrevimiento será nuestra nueva “seña de identidad”, junto al prieto cachirulo en la cabeza.
Confiemos en que el atrevimiento y osadía que nos predicen no afecten demasiado a nuestros bolsillos.
Amén.