Un periodista de la Gaceta de los Negocios se entrevistó con Rubalcaba antes de aprobarse el Estatuto de Cataluña de 2006. Dijo Rubalcaba:
—“Con este nuevo Estatuto vamos a tener entretenidos a los nacionalistas otros 25 años, igual que han estado entretenidos hasta ahora”. Le contestó el periodista:
—“¿No cree que dentro de 25 años la situación estará todavía peor?”. A lo que respondió Rubalcaba:
—“Dentro de 25 años yo no estaré aquí. El que venga detrás que arree”.
Me pide el director de este periódico digital un artículo sobre la reciente sentencia del Tribunal Supremo en relación al proceso independentista catalán, lo que me obliga a leer más de 500 páginas que, al parecer, contiene el fallo. Y como no tengo tiempo de leerlas no puedo opinar.
Pero tras la sentencia, y sus lamentables reacciones, se me agolpan recuerdos de “antecedentes” de todo tipo sobre esta locura colectiva catalana; esta sinrazón donde el “nacionalismo total” ha devenido en nacionalismo loco y arbitrario y convertido Cataluña en una piltrafa moral.
Algunos hechos son conocidos por todos, a través de la prensa, y de otros he sido testigo: una oscura y lluviosa noche del verano de 2005, antes del alba, iba al aeropuerto de El Prat en un autobús urbano de Barcelona, y a través de la perlada ventanilla vi unas furgonetas blancas (todas del mismo modelo) apostadas en los chaflanes del Ensanche; unos trabajadores colocaban grandes carteles de madera, sobre dos patas, con esta frase: “Volem un nou estatut”; todos los carteles eran iguales, en tamaño, color blanco y tipo de letra negra… Era evidente que detrás había un organismo público, pero sin escudo que lo delatara; imaginé otra “maragallada” y creo que acerté… ¿Realmente la gente quería un nuevo estatuto? No: meses más tarde sólo votó a su favor el 36% del censo… Había sido una trola más, otra iniciativa del frívolo y respetado Maragall en colaboración con ERC, obsesionados en “canviar Espanya”.
Porque cambiar España desde Cataluña ha sido la obsesión de esta gente; lo expuso muy claro Oriol Junqueras cuando cerró la campaña del referéndum del 1-O, con un mitin en Sabadell que oí por radio, subiendo el puerto de Tivisa; con una voz tronante, amenazadora, (muy distinta de la melosa y seráfica y suplicante ante el Supremo…) Junqueras vino a decir (en catalán): “ Hemos querido ayudar a España a modernizarse… a ser una democracia plena…, a estar a la altura de los nuevos tiempos; lo hemos intentado con todas nuestras fuerzas, pero… ¡ Es imposible!. ¡No se dejan… ¡ ¡ Nos obligan a separarnos! ¡Qué decepción…! ¡Qué decepción…! (“Quina decepció, quina decepció…)
Hemos llegado hasta aquí porque, en contra de lo que piensan los nacionalistas catalanes, España ha cambiado mucho a peor y por su culpa. Políticos como Maragall, Junqueras, Montilla, Pujol… nos han arrastrado a este precipicio.
Cuando empezó a edificarse el estado de las autonomías (imperativo de unos vascos y catalanes minoritarios) quien fuera presidente de la República en el exilio, D. Claudio Sánchez Albornoz , iba a dar una conferencia en Santander, el 27 de noviembre de 1981. Como no pudo darla pidió a un historiador que la leyera, y sus palabras, con un estilo decimonónico, un tanto rancio, predijeron lo que ha ocurrido en España con un Estado autonómico (y que él ya conoció en la II República):
“Lo que en mí es una convicción, resultado de mis frecuentaciones históricas, es en muchos un trampolín para satisfacer vanidades y ambiciones personales. No pocos que nunca hubiesen jugado un papel protagónico en la política nacional hispana, transidos de ambiciones de fama y de medro, empujan a España hacia un torpe y extremo federalismo. Porque nunca hubiesen sido nada o hubiesen sido poca cosa en el gobierno o en el parlamento nacionales, quieren ser cabezas de ratón en unidades regionales; e incluso se atreven a fraccionar las creadas por la historia para hacerse la ilusión de una rectoría nunca alcanzada por otro camino (…) Y no faltan caciques o aspirantes a caciques que sacan el pecho fuera ante supuestas diferencias comarcanas”.
¿Y podría usted colgar esas declaraciones de Rubalcaba o nos fiamos de su entrecomillado?
Vamos hombre, con lo fácil que es.
Fuente: Jesús Laínz, escritor.
Entrevista publicada en el ABC de 19.8.2014.
Entrevistador: Daniel Ramírez.
Es del día 20 de agosto de 2014, no del 19.
En esa entrevista el tal Laínz habla de una supuesta entrevista a Rubalcaba para La gaceta de los negocios. El tal Ramírez entrecomilla las supuestas declaraciones de Rubalcaba al supuesto periodista de La gaceta de los negocios. Y eso es lo que cita de memoria Laínz. Con dos cojones.
El papel lo aguanta todo. Cuelgue usted ese enlace de La gaceta de los negocios. Las fuentes y el periodismo: hay que ver que mal se llevan.
Busco en la hemeroteca y no doy con La Gaceta. Me queda ir a la Biblioteca Nacional y como he de ir a Madrid prometo que lo intentaré. En todo caso ¿cómo sabe Vd que la cita que entrecomilla el periodista fue de memoria? Vd también lo supone.
La cita puede ser directa o indirecta. Si la que dijo Lainz fue indirecta el periodista se equivocó al entrecomillar. Y si fue textual Lainz omitió citar el ejemplar de la Gaceta.
Deduzco que la cita de Laínz era de memoria precisamente por el uso de las comillas: en cualquier libro de estilo (aunque no tengo ni encuentro el del tabloide en el que aparece la entrevista) se recomienda el uso de comillas exclusivamente en aquellas citas o reproducciones literales. Por el contexto en el que el tal Laínz cita la frase, deduzco que lo hace de memoria:
(Un periodista de la Gaceta de los Negocios se entrevistó con Rubalcaba antes de aprobarse el Estatuto de Cataluña de 2006. Dijo Rubalcaba: “Con este nuevo Estatuto vamos a tener entretenidos a los nacionalistas otros 25 años, igual que han estado entretenidos hasta ahora”. Le contestó el periodista: “¿No cree que dentro de 25 años la situación estará todavía peor?” A lo que respondió Rubalcaba: “Dentro de 25 años yo no estaré aquí. El que venga detrás que arree”.)
Y deduzco que es de memoria, al margen de la capacidad intelectual del tal Laínz, porque parece que la entrevista la hiciese Rubalcaba, y no el supuesto periodista. Esta situación es propia de la citación de memoria:ambos, entrevistador y entrevistado, contestan y responden, curiosamente. Podría estar equivocado en esta observación, pero no lo creo.
En todo caso considero que es lo menos importante. Lo importante es que no creo que esas declaraciones se produjesen alguna vez. Por eso existen las expresiones textuales, para que el lector pueda corroborar la interpretación del periodista o discrepar de ella. En mi caso, discrepo totalmente, salvo que usted cuelgue el enlace con esa información, algo que previsiblemente no va a ocurrir, no porque usted no lo intente, sino porque esas declaraciones no existieron.
La Gaceta de los Negocios ya no existe, el grupo Intereconomía la compró y la rebautizó como La Gaceta, pasando a ser un periódico generalista. Pero le deseo suerte en su búsqueda: la va a necesitar.
Hasta aquí la información.
Y ahora la opinión: la prensa miente, siempre. La diferencia entre una prensa y otra es que alguna miente en la interpretación de los hechos y otra, como esa que usted deduzco que lee, miente directamente desde el principio, desde los propios hechos. Si no existen, se crean. Y si no, se invita a un fabulador que ficcione la realidad, algo mucho más sencillo de hacer. Y divertido. Siempre habrá crédulos lectores como usted dispuestos a escuchar exactamente aquello que quieren oír.
Saludos.
Yo no creo que la persona super inteligente y honesta sobre todo honesta, que fue el Sr. Rubalcaba hiciera ésas declaraciones y en esos términos, entrecomilladas o sin entrecomillar….no lo creo…no quieran ensuciar el prestigio del queridisimo por muchos sr. Rubalcaba
Pues Rubalcaba dijo algo parecido a un periodista, y entrecomillo su literalidad:
“ ¿Y si el Estatuto fuera un paso previo a la independencia? “Los partidos catalanes no la quieren”, rechaza el portavoz socialista. ¿Y en el futuro? Rubalcaba se encoge de hombros. “Quién sabe lo que será Europa dentro de 30 años””
Fuente: El País, 22-1-2006
Enlace: https://elpais.com/diario/2006/01/22/espana/1137884406_850215.html
Ubicación: Al final
Su afirmación “Lo importante es que no creo que esas declaraciones se produjesen alguna vez“ es una apreciación personal, como todas. Yo la respeto porque las personas estamos constituidas de juicios y apreciaciones; lo importante es que no sean prejuicios. Lo importante no es que Vd crea que no existieron.
Y la última frase donde me señala como idiota (por creerme lo que me quiero creer) se la puede guardar donde sea, pero aprenda a debatir con respeto y sin desprecio al discrepante.
Hombre, algo parecido, parecido…lo dejamos en un juicio o apreciación, como usted dice. Hay que ser benévolo.
Por supuesto que lo importante no es que yo crea que existieron, lo importante es que usted que las ha utilizado pueda demostrarlo,¿o es que ahora soy yo quien tiene que demostrar la inexistencia de afirmaciones que no he utilizado? Esa debe ser su tarea, al margen de intentar lavar su expediente buscando equivalencias de guardería.
Yo a usted no lo he señalado como idiota, lo he tachado de crédulo, algo que, mientras no demuestre lo contrario, mantengo. Son adjetivos sustancialmente diferentes, algo que podrá comprobar utilizando un diccionario. Ese adjetivo está basado en un hecho demostrable, no se equivoque. Otra cosa es la victimización que todos los ofendiditos, como usted, pretenden mostrar desgarradamente. Le diré un secreto: me aburre infinitamente esa actitud y refuerza el deterioro de las libertadas individuales en la que estamos inmersos. Salvo que sea eso precisamente lo que pretende.
Créame, respeto la otredad sin despreciarla. No así la farsa.
La mayor libertad individual es la del pensamiento. Y pensar por libre en medio de una soeces de dictadura dominante del bienpensar cuesta pero la conciencia lo recompensa.
Si yo leo en un diario un texto concreto supongo que es cierto, salvo que quien lo diga sea un embustero patente. Todo esto viene porque el periodista del ABC entrecomilló algo que no debió, sino n que ello suponga que fuera falso. Y yo me limité a copiar el entrecomillado tal como fue publicado.
Con esto zanjó el debate.
Pues nada, a seguir suponiendo certezas y a seguir pensando libre con entrecomillados, ese oxímoron.
https://www.vozpopuli.com/medios/Supremo-ABC-presuncion-inocencia-asesinato_0_997100876.html