Tras una noche mágica y llena de emociones en la Cena de la Montaña dimos este sábado por concluidos los actos de nuestras Jornadas Montañeras de la mejor manera…-¿ y saben ustedes cómo…? , pues con una excursión más del Senderismo Infantil.
Con las excursiones de promoción del deporte infantil seguimos la estela dejada ya hace muchos años por nuestra Federación Aragonesa de Montañismo en el empeño de formar e informar a los usuarios de nuestras cimas por ejemplo con sus campañas “Montañas Seguras”.


Por eso, este sábado 30 de noviembre partimos a primera hora desde la ermita de los Dolores de Naval bien guiados por nuestro amigo y colaborador José Zocar y su familia quienes ya se habían esforzado por trazar la semana anterior un itinerario único, original y muy salvaje ya que nos alejaban de las marcas del sendero Gr 45 para adentrarnos en el espeso bosque de quejigos , chinebros y carrascas siguiendo trochas utilizadas por los cazadores a quienes habían pedido nuestros anfitriones que buscaran otro rincón donde cazar ese mismo día.
Por bajadas vertiginosas llegamos pronto al despoblado de la Paúl, pudiendo compartir su silencio y tranquilidad sin evitar por ello sentir pena de una Iglesia parroquial muy pequeña y ya sin techumbre o penetrar en el pequeño cementerio, colgado materialmente sobre un barranco.
Barranco de aguas cantarinas que cruzamos por un pequeño puente medieval, bien asentado sobre un par de contrafuertes rocosos, para terminar en la Muela, la única casa cercana a este despoblado que continúa en pie y en buen uso. Fue allí donde paramos un poco para reponer fuerzas comiendo algo y luego regresar por otro itinerario distinto y de pendiente suave a la ermita de los Dolores , nuestro punto de partida.