El escritor valenciano José Luis Fernández Juan vuelve a sorprendernos con la publicación de Pinceladas de Harmonía.Con, la segunda parte de su libro homónimo. Este nuevo volumen ha sido premiado como el mejor libro de 2020 por la revista literaria Forolibro. Sin duda, el humor y el surrealismo vuelven a estar presentes en las páginas de este libro cuyo autor define como “deliciosamente diferente, innovador y entrañable”. Fernández Juan es licenciado en Filología Hispánica y Filología Valenciana por la Universidad Literaria de Valencia y, desde 1996, trabaja como profesor de ESO y Bachillerato en el Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Valencia. La obra de este escritor la podemos ver reflejada en su propio blog pinceladasdeharmonia.com
Buenas tardes, José Luis. ¿Aún sigue habiendo personas que le preguntan por qué escribe Harmonía con H?
La H de Harmonía es la certidumbre de la persuasión del humor como presunción de la inocencia con la que se sueña.
La H es la ventura de la aventura que te da la opción de inclinarte por accidentes inclinados como cayos ocurrentes, colinas cómicas, cerros jocosos, acantilados joviales o valles glaciares jubilosos.
El humor, como hábito de consumo, es un mecanismo para sentirse mejor frente a cualquier contratiempo. Por eso Harmonía se escribe con H. Por su humor.
La H del humor es el contraveneno para la vorágine. La H del humor deroga el caos y te instala en la Harmonía.
Y, ¿por qué .Con?
Con es el apócope de “continuación”. La segunda parte de Pinceladas de Harmonía agremió el universo del libro original con imágenes empalmadas.
El argumento como volumen de fondo prolonga emociones y afanes desde la dilatación de la lógica.
Las pinceladas iniciales generaron una benigna curiosidad por seguir desnudando las emociones de las múltiples capas que las conformaban.
Con persigue la iteración como punto de partida de la nueva iteración.
Recientemente, su libro ha sido premiado por la revista literaria Forolibro como el mejor libro de 2020.
Me siento tan orgulloso como si me hubieran premiado con el Cervantes o el Planeta. Cualquier reconocimiento público me congratula desmedidamente.
Piensa que mi producción literaria hasta ahora no se tableteaba a la cadena comercial dominada por las grandes editoriales. Quedaba al margen y no tenía acceso a los grandes medios de comunicación.
Existía una infraestructura institucionalizada que amojonaba los contenidos literarios que el lector debía consumir. Este se ceñía a la oferta ofrendada y elegía desde sus gustos con sabiduría. Aunque la acotación era obvia, el lector seguía siendo el eslabón más puro en esta cadena de consumo.
Sin embargo, el nuevo orden que ha traído internet poco a poco ha posibilitado el conocimiento de producciones que hasta ahora quedaban injustamente invisibilizadas. El cosmos comunicativo se ha ensanchado y la promoción ya no está dominada exclusivamente por los grandes emporios empresariales. Existen otras vías alternativas de conexión. Y por ahí han ido Pinceladas de Harmonía, El diccionario de JLFJ y Pinceladas de Harmonía.Con.
En su libro dice que “Vivir en Harmonía es integrarse en otra dimensión” y que sus “paisajes imantan por su exotismo autóctono y su pujanza”. ¿Cómo son sus habitantes?
Los habitantes de Harmonía han nacido por amor al arte. Como han sido alumbrados por el arte, saben moverse por este circuito bienalístico.
Ellos se van configurando a base de pinceladas sueltas, y gradualmente van adquiriendo cromatismos individualizadores.
Se interaccionan con receptibilidad y empatía porque les une su pasión por la cultura. Todos desarrollan alguna labor artística. Algunos incluso viven de ella.
Son disciplinados, perspicaces, ingeniosos, perseverantes, ocurrentes, chispeantes y sutiles.
Los habitantes de Harmonía configuran un universo imaginario en donde sondean sus límites y observan cómo pueden vencer las rugosidades y hosquedades de la vida. Su sensibilidad artística ayuda en el cometido.
En Harmonía no se niega la calidad del ciudadano. Sus habitantes son ciudadanos amigos. Aquí el deshonrado no empasta. La ideología política siendo importante no alcanza la relevancia que adquiere en nuestras sociedades contemporáneas. El enfrentamiento sistémico y la medición de los hechos con doble rasero no se contemplan. Los servicios públicos intentan garantizar la calidad de vida fomentando la sanidad, el medio ambiente, el empleo, la educación y demás servicios sociales. No es fácil, pero existe proba intención.
Los harmonienses se mueven por el enclave natural de Harmonía con la apasionada sensación de ver concretado lo extraordinario.
¿Qué valores humanos encontramos entre las páginas de su libro?
Lealtad, diligencia, responsabilidad, modestia, afabilidad, franqueza, paciencia, fraternidad…
Sembrar, cultivar y cuidar el terruño de Harmonía pasa por la educación en valores. Sin duda, el más deseado legado que puedes dejar a tus hijos.
Pero todo relatado con mucho humor y, además, con grandes dosis de surrealismo.
Claro. Pinceladas de Harmonía.Con es una novela creada a partir del poder de la imagen como algo que puede ser soñado. Las pinceladas evidencian coloridos y combinaciones insólitas que generan nuevas formas autónomas. Las asociaciones con lo subjetivo sirven para rehumanizar la humanidad librándola de ataduras racionales.
Los habitantes de Harmonía son espíritus libres: Jendelyn, Ovidio, Sabiniano, Vichy, Novenio, Régulo, Aridany, Novenio, Druso, Godofredo, Arsacio, Paladín… Y precisamente por ser libres son divertidos. Por eso liberan endorfinas y adrenalina.
Háblenos de uno de los protagonistas, Jazmón.
Jazmón Serrano Chinchurreta. Etéreo, musicólogo, rústico, agraciado y volátil.
Nuestro bloguero por antonomasia. Autonomía total. Flexibilidad laboral. Trabajador desde cualquier sitio con acceso a internet. Ordenador de ideas. Asesor digital.
A partir de una analítica conversación personalizada, te recomienda qué rolas se adaptan a tu personalidad para que te ayuden a mejorar tu vida. Profesión altamente remunerada. 100% de fiabilidad, Hasta ahora ninguno de los que han contratado sus servicios se ha arrepentido de los resultados obtenidos. Conocedor del universo musical más relajante y estimulante, siempre atina en sus consejos. Un auténtico pope en la materia.
Te puede aconsejar la escucha desde Venus del rock, de Trastos; Marinero, de Nubes grises o Al amanecer, de Fresones rebeldes hasta Yo quería ser normal, de Tequila, Mola mazo, de Camilo Sesto o Canción de relleno, de Los Acusicas, pasando por Te espío, de Ejecutivos agresivos; No me puedo dormir, de Los Piston o La espina de la flor en tu costado, de Xoel López. Cada canción, una solución. “Metaharmonía” en estado puro.
Y ¿qué me dice de Petronilo, Cynthia y Cloe?
Petronilo es un ornitólogo ilustrado. Sus enérgicas conversaciones canoras con los pájaros generan inercias que flotan como ecos suspendidos por el aire de Harmonía.
Le encanta recibir gorjeos de limón y trinos de naranja. La trascendencia de los diálogos trazados con tiralíneas propaga ambientes frágiles y mordaces. Defiende la identidad desde la interacción con más identidades.
Sus encuentros con bandas de bandadas facilitan la rentabilidad suprema de la antítesis que crean sus cromatismos. En estas confluencias explora sus límites, implora con cantimplora y deplora la urbanización voluble de la geometría tergiversada.
La perseverancia inquieta y compacta de Petronilo le lleva a disfrutar del sentido volátil de la vida como una gota de lluvia que se posa en un nido de amor.
Cynthia recibe el nombre de la primera esposa de John Lennon por cortesía de JL. Sin embargo podía haberse llamado Angustia (nombre común), Lepanto (nombre de guerra), Acetona (nombre incontable), Bárcenas (nombre contable), Maizal (nombre colectivo), Duracel (nombre de pila) Mundo Cebras S.L. (nombre comercial), Almohada (nombre inanimado), Paz (nombre abstracto) o Pepa Pig (nombre animado),
En nombre de Cynthia te puedo asegurar que ella tiene nombre propio; Cynthia. Si la llamases por otro nombre, no tendría nombre.
Cloe es constructora de arcoíris y dominadora absoluta de las artes plásticas y escénicas. Sus obras de máxima transparencia son ópticamente fenomenales.
Aunque no es sencillo descomponer la luz solar en un espectro visible, Cloe lo logra con la evidencia de la no existencia de la objetividad como incontrovertible rasgo de posmodernidad. Cree que la realidad depende de tu propia perspectiva. El relativismo estético, como sistema de derechos y libertades, te garantiza la estabilidad. Para ello y para ella el arte es un estado de derecho en el que el rey es la Enzia y la reina, la Paz. Defiende el relativismo artístico, pero se opone tajantemente al relativismo existencial. Cree que las culturas diferentes han de avenirse para enriquecerse.
En el primer volumen uno de los personajes destacados era Lontario, propietario del Macrobazar.
Lontario es el propietario del Macrobazar homónimo en el que puedes encontrar casi de todo. Con él, el futuro es presente. Su locura aventurera en los negocios le ayuda a percatarse de lo que otros patrones ni quieren ni pueden ver.
Un auténtico Quijote del mundo empresarial. No tiene miedo a la competencia, ni a enamorarse, ni a la altura de miras, ni a la oscuridad de expresión. Habla claro, culto, conciso, directo y preciso. Sugiere, advierte, previene y adiestra de forma honesta y desinteresada. Expresa libérrimamente sus opiniones sin importarle el qué dirán.
Audaz, imaginativo y heroico. Con suficiente idoneidad para ahondar en la condición humana. Su teodoresca identidad estable a la par que variable lo identifican como uno de los personajes/personas más poderosamente atractivos de Harmonía. Él sabe quién es.
¿Cómo puede uno empadronarse y vivir en Harmonía?
Si cada libro que lees te lleva a un lugar diferente, la atribulada realidad de nuestro mundo tecnológico necesita de la fantasía de Harmonía para hacerla apetecible. La fusión es la dirección correcta. La sombra de Lontario (y del resto de harmonienses) es tan alargada que genera que el sol brille con más intensidad.
A todos nos gustaría vivir allí. En el momento en que el lector entra en Harmonía ya vive en ella. El empadronamiento resulta inmediato e irremisiblemente nos ubicamos. Harmonía es magnética; por esta razón nos quedamos y no nos vamos.
El libro se divide en 17 capítulos.
17 capítulos como 17 soles de pinceladas lumínicas e impresionistas que posibilitan el desembarco de una vanguardia literaria rabiosamente contemporánea. La pincelada líquida brota para retratar una sociedad sólida que fluye sin prisa y comprometida.
El fraccionamiento, a modo de ficción audiovisual, nos remite a una película tanto por el montaje de los episodios como por la sucesión de tiempos y tramas. La elipsis y saltos temporales son tan naturales que el lector los asume como recursos espontáneos en el proceso de la narración. Pinceladas de Harmonía.Con es una obra muy cinematográfica.
En los 17 capítulos o pinceladas no hay una única historia secuencial, sino microdescripciones paralelas que se entrecruzan. Simultanea varias líneas de argumento lejos de la linealidad consuetudinaria.
¿Por qué una segunda parte de Pinceladas de Harmonía?
Surge porque si la ética propone lo que “debe ser”, el “modo de ser” de los harmonienses se debería convertir en la “costumbre” de cualquier sociedad moderna. Para llegar a acuerdos sociales necesitamos tener un buen comportamiento y hábitos tan saludables como el arte, la probidad o la educación. Harmonía apuesta por ellos y deja de lado la complicidad interesada de los estamentos políticos y económicos con el poder.
Necesitamos la continuidad de Pinceladas para aclarar dudas y vencer dificultades. Su didáctica ayuda a alcanzar la estabilización espiritual.
¿Llegará a ser una trilogía?
Posiblemente habrá un tercer libro con la misma esencia y nuevas aventuras que cierre el triángulo de la insurrección frente a los contenidos convencionales que dominan el mercado.
El panorama harmónico nos invita a gozar desde otra perspectiva de vida. No podemos extraviarnos por senderos que actúen como el positivo de un vacío existencial. La divulgación de su espíritu limpio y sanador no surge de ningún laboratorio de psicología experimental sino de una ley de derechos humanos que promueve un espíritu colectivo tan puro como necesario. Y nace para reproducirse. Por eso la cultura pop de Harmonía se merece el epílogo natural de un tercer libro.
¿Quién puede leer esta obra?
Cualquier lector que le mueva y conmueva lo nuevo. Cualquier lector con ganas de cuestionar los dogmas políticos, económicos y sociales establecidos. Cualquier lector que deje entrar luz en un negativo para transformar la negrura en resplandor. Cualquier lector que disfrute con la bella extrañeza de la anáfora.
Muchas gracias, José Luis, y mucha suerte en sus próximos proyectos.
Gracias a ti por tu acogida.