El progresivo paso a la jubilación de las generaciones nacidas a finales de la década de los 50 y principios de los 60 va a acarrear una grave disfunción en el mercado laboral de Barbastro y, extensivamente, en todo el eje del Cinca. Este caudal de experiencia laboral va a resultar difícil de reemplazar los próximos años y va poner en serios aprietos a muchos sectores y empresas de nuestro territorio.
Ya está ocurriendo. Hoy en día, incluso inmersos en una grave crisis económica, hay multitud de perfiles profesionales demandados por las empresas desaparecidos del mercado laboral. Hablamos de los oficios tradicionales de electricista, fontanería, carpintería, trabajadores del metal, etc. Una situación que pone en riesgo de ralentización, incluso paralización, a muchos negocios e inversiones en nuestro territorio y que coexiste, sorpresivamente, con unas tasas de paro sostenidas en el tiempo.
Ante esta situación juegan en contra varios factores que empeoraran este diagnóstico. El primero es la demografía. Las generaciones que se incorporan al mercado laboral en nuestras comarcas son menos numerosas que en el pasado. El pico de nacimientos se produjo en nuestra zona en la década de los 70 iniciándose posteriormente una disminución paulatina hasta la actualidad. Esta brecha generacional no se ha tenido nunca en cuenta a la hora de elaborar una política activa – y atractiva- de empleo. Otro factor principal ha sido el progresivo cambio en las preferencias formativas de los jóvenes. Las sucesivas leyes educativas no han corregido, y quizás han agravado, una cierta estigmatización de los oficios como salida profesional. Un imperdonable error político que se manifiesta en la desconexión creciente entre la oferta educativa y lo que ofrece el mundo laboral.
Otro factor destacable, exclusivo de nuestro territorio, es la limitación del continente de población en edad trabajar. Esta restricción es común a la que padece la España interior o más concretamente, el medio rural. Este hándicap ha sido flanqueado por la incorporación de población activa del resto país y de trabajadores emigrantes en cada vez más sectores de actividad pero sin llegar a solucionar el problema aludido. Entre las razones que lo explican destacan, en el caso de la población extranjera, las carencias formativas arrastradas desde sus países de origen y la política de convalidación de títulos llevada a cabo por la administración.
Esta disfuncionalidad del mercado laboral está ocasionando unos efectos perjudiciales en la economía de nuestra ciudad y del eje del Cinca. Como decíamos al principio, en cuanto a la facilidad para encontrar, por las empresas, los perfiles adecuados para su actividad, y como consecuencia de esta escasez, en la competencia entre las empresas por estos trabajadores capacitados y en la rotación de los mismos una vez formados.
Resulta imperativo abordar esta situación poniendo el foco en la calidad formativa que reciben los jóvenes y en las oportunidades de inserción laboral que ofrece nuestro territorio. Una iniciativa que, necesariamente, debe partir de la implicación de todos los colectivos e instituciones involucrados en el desarrollo social y económico de nuestra ciudad y del eje del Cinca. Ejemplos de éxito no faltan.
Me parece un artículo excelente una problemática que hace años está viendo venir y nadie está poniendo solución…… Que esas posibles soluciones existen….. Felicidades a Eduardo Pérez por el artículo
Siempre sobrarán maestros para enseñar a los que no saben…….
Que le den gracias al PSOE y a los sindicatos. Que en la provincia de Huesca ,hace ya muchos años dejaron de subvencionar los contratos de formación ,( por lo menos en carpintería ) en ellos entraban aprendices y se formaban ,como siempre está gente solo tiene ojos para el día a día sin pensar en mañana .hoy vemos su error,era de suponer sin duda alguna ,pero eso a ellos no le importa,solo mantener sus puestos .
A ver , yo viendo cuatro vídeos en youtube, me hice el chalet en la huerta, sin tener ni idea de albañilería , carpintería , fontanería , electricidad o jardinería, etc… y me ha quedao niquelao…..que me costó mas que a un profesional, seguro, pero estos oficios si eres bueno, se aprenden con dos patadas…otra cosa es el pago a los chupones burócratas, que para poder trabajar de estos oficios , necesitas un montón de pasta para sacarte carnets, títulos, permisos, colegiados, certificados, y la madre que los parió. Lo mismo que para montar cualquier negocio. En USA para montar una empresa o contratar a alguien , sólo necesitas un permiso local. En España así mal vamos.
Claro, claro, claro… es que tú eres muy listo, igualito que yo.
Pues ve con cuidado, que a mí por lo de los Ángeles de San Rafael me metieron en el trullo,
El artículo refleja muy bien la realidad actual en muchas empresas de la zona.
El artículo termina hablando de formación
Dejo esta reflexión.
De los impuestos se paga la educación de los jovenes que necesitan edificios , equipamientos,limpieza, mantenimiento, planes educativos, profesores…. sin embargo tenemos ya los edificios que son los talleres, el equipamiento son nuestras maquinas modernas y actuales,los planes educativos son el trabajo diario que se ha de enfrentar dia a día,los profesores los tenemos no con el título dado por el ministerio de educación si no por los años que da la experiencia.
Ese caudal de la experiencia que escribe Eduardo, añadiria como un rio tiene un flujo entrada y uno de salida.
Lástima que la riqueza que es el manantial de la experiencia se desaproveche.
Lastima que en pocos años