
El Centro de Ciencias ‘Pedro Pascual’ de Benasque vuelve esta semana a su función como lugar de reunión de científicos nacionales e internacionales. Tras el parón provocado por la pandemia, las jornadas ‘Física de Partículas y Cosmología en la Frontera’ tendrán lugar entre el pasado lunes 12 de julio hasta el 16, y suponen el punto de partida de una sucesión de actividades científicas. Los próximos meses tendrán lugar citas sobre nanofotónica, física de altas energías o sobre las poblaciones de rebecos en el Pirineo y el Cantábrico. Este centro está dirigido por los catedráticos Manuel Asorey, de la Universidad de Zaragoza, y José Ignacio Latorre, de la de Barcelona, y funciona con el respaldo institucional.
ACTOS
Al actual encuentro, impulsado por el Institut de Física d’Altes Energias de Barcelona, y en el que una veintena de investigadores analizarán los avances recientes en física, le seguirán en septiembre el Taller de Altas Energías, un espacio formativo dirigido cada año a graduados que van a comenzar su labor investigadora en este campo, y el XLVIII International Meeting on Fundamental Physics, que organiza el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA) de Unizar. A caballo entre este mes y octubre está previsto el encuentro Precision for BSM (Beyond Standard Model), de física “más allá del modelo estándar”, que coordinan científicos de diversas instituciones de Estados Unidos y Europa.
En noviembre se ha programado un congreso sobre nanofotónica de materiales 2D (como el grafeno). En él investigadores de diversas procedencias compartirán conocimientos entorno a estos materiales bidimensionales y los fenómenos ópticos relacionados con ellos. Además, en este mes está anunciada también la II Reunión sobre el rebeco cantábrico y el sarrio pirenaico, en la que se juntarán especialistas de ambas cordilleras que han estudiado las poblaciones de estas dos subespecies.
LA RED CIENTÍFICA Y UNIVERSITARIA EN EL ALTO ARAGÓN
El Centro ‘Pedro Pascual’ de Benasque tiene una gran incidencia en campos como la física (ámbito en el que trabajaba el investigador que le da nombre) o en determinadas áreas de la genética. Además, su influencia es más importante en las comunidades científicas de Europa y Norteamérica. Constituye unos de los nodos de la red científica y universitaria del territorio aragonés, y da servicio al sistema científico español e internacional.
Fue creado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, por el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Zaragoza. Se suma a centros como el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, al Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, a iniciativas de la DGA relacionadas con ciencia innovación en Walqa o con estudios locales a través del IEA, a la Universidad de la Experiencia o al Campus de Huesca de UNIZAR.
