Con este pequeño artículo se desea poder aportar las principales cuestiones que ayuden a comprender mejor por qué cada vez tenemos más problemas en los cultivos, desde carencias nutricionales hasta el aumento de plagas y enfermedades.
Gracias a las inquietudes de Ronda Somontano, cada mes, se contará con un pequeño espacio divulgativo donde se irá aportando divulgación de temas relacionados con la huerta y su manejo, y así tener la oportunidad de trabajar por huertas familiares sostenibles que produzcan alimentos saludables. Espero poder colaborar en divulgar ciencia, buenas prácticas, sensibilización, información y el amor por la tierra.
Para comenzar, hay que entender al suelo como ecosistema, no como un soporte que mantiene las plantas mientras las alimentamos sintéticamente. Es cierto que al día de hoy, muchas personas tienen razón cuando dicen que si no realizan este tipo de fertilización y tratamientos, la huerta no produce. Esto se debe a que su suelo no está vivo.
El suelo, ha de tener todos sus elementos: bacterias, hongos, protozoarios (organismos microscópicos), ácaros (subespecie microscópica de las arañas), coleópteros (como las mariquitas, también los escarabajos…), hormigas, miriápodos (como el ciempiés y otros similares), colémbolos (minúsculos invertebrados), larvas, lombrices y otros microorganismos que intervienen en la transformación de la materia orgánica e inorgánica. Las interacciones entre microorganismos son de vital importancia.
Además, el ecosistema suelo interactúa con otros ciclos denominados biogeoquímicos, son muy importantes para el mantenimiento de la vida en el planeta Tierra ya que son los reguladores de la hidrosfera (conjunto de aguas superficiales y subterráneas) y la biosfera (donde se desarrolla la vida y la interacción mutua entre seres vivos y con los elementos no vivos o llamados abióticos. También se definen como sistemas físicos, químicos y biológicos interactuantes, lo que denominamos ecosistema).
Los ciclos biogeoquímicos más importantes que interactúan con el ecosistema suelo son: los del carbono, el hidrológico, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre y que además, interactúan entre sí, y su entendimiento nos permite ver a la Tierra como un sistema y donde se encuentran multitud a su vez de otros más pequeños (un ecosistema puede ser desde un charco con sus renacuajos, insectos, musgo…, un bosque… hasta llegar al gran ecosistema, la Tierra).
Todos estos ciclos cumplen un papel muy importante en el suelo, ya que gracias a estos procesos es que se puede dar la vida en el suelo.
Las bacterias y los hongos participan en los ciclos del carbono, nitrógeno, azufre, fósforo y en la incorporación del potasio y el magnesio, entre otros, para su asimilación por las plantas. Los microorganismos, unos se encargan de descomponer y otros de mover y trasladar la materia orgánica.
Así, los elementos del suelo interactúan entre ellos y con otros sistemas para conservar la fertilización del suelo, con una constante transformación de materia.
En el caso del suelo cultivable, las plantas extraen nutrientes de forma continuada, por ello, hay que ir ayudando a reponer la materia orgánica para mantener las necesidades del ecosistema huerta, simularemos lo que sería un ciclo natural, pensemos en cómo es el suelo de un bosque y cómo se renueva, porque entre otros, las plantas si diferencian el tipo de nutrición que se les da, y nuestra salud también, ya que son alimentos con menos nutrientes debido a que se les ha provocado un crecimiento más rápido a través de la fertilización química, se trata de un crecimiento no natural y esto no les ha permitido sintetizar bien los nutrientes que precisamos de las mismas para un buen funcionamiento de nuestro organismo, sin olvidar el residuo tóxico que permanece.
Con el uso continuado de productos químicos, la vida del suelo desaparece y cómo podemos ahora reflexionar, si no funciona el ecosistema suelo, las plantas no pueden tener aquello que precisan. Pero además, este desequilibrio que se produce en la huerta, repercutirá en la cantidad y control de plagas y enfermedades.
En próximos artículos, propondremos formas de recuperar la vida del suelo y cómo conservarlo, así como pequeñas notas informativas que nos ayuden a comprender el por qué de las cosas:)