Seguir el camino
-¿Sabes una cosa?-preguntó él.-Hace ya un tiempo que te noto algo pensativa.
-No lo creo. ¿Qué pasaría si andas perdida?-respondió ella tajante.
-¿Tú, perdida?
-Puede que camine sin una idea preconcebida.
-¿Y ya está?-añadió sorprendido.-Lo mejor que puedes hacer en la vida es vivir sin intentar controlarlo todo, pues los momentos que ponen patas arriba nuestras vidas existen y forman parte del día a día.
-Entonces, hablamos de vivir sin esperar.
-No, vivir para vivir.
Y con el transfondo de esas palabras, la joven se dio la vuelta y caminó.