La bruja tiene un gato negro, en verdad no es mala, la bruja no tiene maldad. Ella tiene un buen corazón con todos los niños y las niñas. La bruja tiene un jardín con una hermosa rosa mágica.
A su gato le gusta que le toquen los niños. La bruja observa a todos y el gato sonríe. A la bruja le gusta compartir su jardín con los niños. Como cada año llega el invierno los pétalos de la rosa caen y cuando el último pétalo llega al suelo la bruja se convierte en una chica joven y el gato se vuelve blanco y seguirá así hasta el próximo Halloween. Cuando volverá a dar una buena merienda a los niños.