La incertidumbre ha seguido marcando el paso de la economía durante el año recién terminado. Si hace doce meses parecía que la sustancial mejora en la situación sanitaria por la campaña de vacunación iba a proporcionarnos un año sin serias tensiones económicas, la invasión rusa de Ucrania hizo implosionar todas las previsiones.

El efecto inmediato se tradujo en un alza en los precios de la energía y de las materias primas, y especialmente de los cereales. Los sectores que han sufrido en la provincia de Huesca las afecciones más directas han sido el transporte, las industrias electrointensivas, componentes industriales, y sector primario y agroalimentario. Aunque porcentualmente no se ha producido demasiada afección global en cuanto al volumen de comercio exterior con Rusia y Ucrania, sí que ha habido un descenso importante de las exportaciones a Rusia. Además, la aceleración de la inflación desde febrero ha motivado un endurecimiento de la política monetaria.

El incremento en los costes de producción y el consecuente aumento de la cesta de la compra de las familias ha tensionado los presupuestos de empresas y hogares.

Llegados a este punto, el efectivo empeoramiento de la coyuntura económica tampoco debe hacernos soslayar que la economía española creció en torno a un 4 % en 2022. El dato para Aragón será muy similar. Se trata de una tasa de crecimiento por debajo de las expectativas. La posibilidad de que la Eurozona entre en recesión técnica en 2023 no debe soslayar tampoco que casi unánimemente se acepta que la eventual recesión será breve. La previsión de crecimiento de la economía aragonesa en 2023 oscila entre el 0,1 % que estima Ibercaja y el 0,6 % que prevé el BBVA.

Mientras el mercado laboral mantenga el pulso, el consumo de las familias podrá seguir apuntalado. No obstante, una de las limitaciones que las empresas están encontrando en su crecimiento es la falta de mano de obra cualificada. Varios sectores (sector primario, turismo, instalaciones, logística, sanidad, puestos cualificados en la industria, etc.), y con especial incidencia en el medio rural, que señalan la dificultad de encontrar profesionales adaptados a los puestos ofertados. Sigue existiendo en Huesca un desfase entre oferta y demanda laboral que genera un cierto de grado de paro estructural. La estructura formativa (pública y privada) debe contar con más agilidad y adaptación a las necesidades empresariales.

El reto de la lucha contra la despoblación es un asunto también estratégico a nivel empresarial en Huesca y el resto de Aragón. Es necesario seguir apostando por una implantación empresarial en el medio rural. El nuevo proyecto de Ley de Dinamización del Medio Rural ofrece algunas oportunidades en este ámbito, con ventajas fiscales para asentamientos con mayor riesgo de despoblación.

El impacto de los fondos europeos Next Generation y el impulso por la renovación de gobierno autonómico y entes locales deben ser un punto de inflexión para que se acometan reformas estructurales que mejoren la competitividad de las empresas.

El liderazgo en el sector porcino es un elemento destacado por las inversiones acometidas en la provincia de Huesca y Aragón. Con los últimos datos de 2021, Aragón representa un 29 % del censo de porcino de toda España, y un 20 % del sacrificio y primera transformación. Se va logrando gradualmente un mayor equilibrio entre censo y transformación, que posiciona competitivamente al territorio en toda la cadena de valor.

En este contexto, los empresarios van a seguir dando lo mejor de sí mismos para contribuir al bienestar de la sociedad.

SUSCRIPCION
Sal de Ronda
GOB ARAGON surge

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here