Víctor Castillón, presidente de la Asociación de Librerías de la Huesca, opina que “Manuel Vilas ha sabido enjugar la calidad de su literatura con ese punto más comercial que consiguió con Ordesa y las novelas posteriores. Ha llegado hasta el gran público y muchas personas se sientan identificadas con lo que cuenta. Creo que el quid de la cuestión está ahí, aunque a muchas personas no les guste el calificativo de comercial, el mundo del libro al igual que otros mundos, vivimos del comercio y ¡como, no! los autores, también. Vilas conjuga la calidad literaria con el punto comercial y ha supuesto todo un boom. De manera que hay cierto turismo literario para conocer la ciudad natal de Vilas y donde ha situado algunos personajes de sus novelas”.
A partir de ahora, “el Premio Nadal supone una confirmación de su calidad literaria porque un altoragonés como Vilas esté entre los nombres más importantes de la literatura hispana actual. Se ha convertido en un clásico contemporáneo porque la lista del Nadal está repleta de autores clásicos. Toda una alegría y sobre todo, la confirmación de una labor de todos, instituciones, personas y trabajadores que están ligadas al sector del libro en Barbastro, en la provincia y en Aragón”.
El librero habla del autor, de cerca, “los primeros libros que escribió se los vendíamos a los amigos, pero es normal en los inicios. Creo que hay libros de Vilas que nos ha costado leerlos, incluso los hemos dejado a medias y tampoco hay que avergonzarse por eso. La literatura es un arte y hay libros que se retoma la lectura después de meses, incluso de un año o más y nos parecen sublimes”.
En su opinión, “Manuel Vilas se ha convertido en un best seller, un autor con fecha de lanzamiento y clientes en lista de espera. De ser un autor local a quien tratabas con cariño y ponías sus libros en el escaparate porque era de Barbastro pero no se traducía en ventas, ahora hay que reservarle el escaparate el día de su lanzamiento, incluso más allá con lonas y anuncios vistosos. Es suerte y disfrute para todos tener un barbastrense así. En el trato directo es una persona entrañable, próxima, de recuerdo por la familia y siempre tiene a mano una palabra amable con independencia de que tenga un carácter algo retraído. Vilas te trata como un vecino más y puedes disfrutar vivencias”.
De la primera vez que el autor reservó el Aula Magna del Centro de la UNED para presentar su novela y salvo su familia y el periodista no asistió nadie hasta la actualidad hay un abismo, “está por medio el punto comercial pero lo fundamental es que ha sabido encontrarse con el público y los lectores se identifican con los sentimientos y las emociones que plasma en sus libros”.
Al mismo tiempo recuerda que le tiene mucho que agradecer al escritor y periodista Juan José Millas que le publicó una columna en la contraportada de El País para alabar su novela Ordesa, le dio un empujón que se hizo como una bola de nieve en pendiente. Todo un boom”.
