amor épico
Imagen de la Epopeya de Gilgamesh la obra literaria más antigua de https://marcianosmx.com/

Hace más de cinco mil años que el amor viene aderezando los hechos heroicos de cualquier epopeya, como la del rey mesopotámico Gilgamesh, que rechazó el amor caprichoso de una diosa y, en cambio, profesó una amistad profunda al hombre salvaje que los cielos habían enviado al mundo para ser su antagonista y abatirlo.

Todo empieza como un castigo divino a la humana soberbia, pues, en efecto, Gilgamesh era tan fuerte, valiente y arrogante que los dioses deciden bajarle los humos enfrentándole a las fuerzas ingobernables de la naturaleza, personificadas en el salvaje Enkidu, pastor que vivía cubierto de pieles junto al ganado, del que era también guardián nocturno.

DPH

Pero antes de que Enkidu pueda cruzar las murallas de Uruk para retar a Gilgamesh, tiene que ser de algún modo “humanizado”, amansado por medio del amor: los dioses envían a tal fin a Shamhat, una prostituta sagrada, sacerdotisa de Inanna, ante cuyos encantos cae rendidamente enamorado, y tras pasar seis días y siete noches con ella, ya nunca más será un salvaje (pues ahora “tiene sabiduría, más amplia comprensión”) ni volverá a ser reconocido por las bestias con las que antes compartía vida y pastos, las cuales, por lo contrario, se alejarán de él temerosas.

El vigor y la fuerza de los dos contendientes son parejos; Enkidu simboliza la naturaleza y la vida rural; Gilgamesh, la civilización y la vida urbana. El combate entre ambos resulta descomunal, y aunque es Gilgamesh quien vence, de la aceptación de su victoria por parte de Enkidu, y de la asunción por parte de Gilgamesh de que ambos son iguales en fuerza y valor, surge una amistad inquebrantable, que ofende aún más a los dioses, conscientes de que les ha salido el tiro por la culata.

Ofender a los dioses, sin embargo, es algo que se castiga con la muerte. La despechada Inanna, después de ser rechazada por Gilgamesh a causa de los innumerables amantes que ella había tenido -y maltratado- , se dirige a los demás dioses para exigir que envíen al Toro del Cielo para matarlo. Enkidu lo defiende y lo salva, matando al Toro, y así acumula un nuevo e imperdonable agravio, de modo que el amigo amado, el héroe leal, debe morir: Enkidu enferma sin remedio, y finalmente fallece. El dolor de Gilgamesh no encuentra consuelo, la muerte de su amigo le confronta duramente con el sentido de la vida y parte en busca de la fuente de la inmortalidad. En sus viajes, tras múltiples aventuras, encuentra a Utnapishtim, el Lejano sabio que le muestra dos fórmulas para conseguir vencer a la muerte, pero no es capaz de superar ninguna de las pruebas.

“Según la leyenda, Gilgamesh fue enterrado en el fondo del Éufrates cuando las aguas se separaron a su muerte. Sin embargo, si el rey histórico existió ya no es relevante, ya que el personaje ha adquirido una vida propia a lo largo de los siglos.

La historia del fracaso de Gilgamesh de realizar su sueño de inmortalidad es el mismo medio por el cual lo logra. La épica en sí misma es la inmortalidad y ha servido como modelo para cualquier relato similar que se haya escrito desde entonces. Sin duda, se leyó ampliamente antes de la caída del Imperio asirio en 612 a.C. y se ha vuelto cada vez más popular e influyente desde su redescubrimiento en 1879.

La Epopeya de Gilgamesh alienta la esperanza de que, aunque uno no pueda vivir para siempre, las decisiones que tome en la vida resuenen en las vidas de los demás. Estos otros pueden ser amigos, familiares, conocidos o pueden ser extraños que viven mucho después de la muerte de uno y que siguen siendo conmovidos por la historia eterna de la negativa del héroe a aceptar una vida sin sentido.

Tablilla sobre el diluvio, 11ª tablilla dentro de la Epopeya de Gilgamesh, en el Museo Británico.

La lucha de Gilgamesh contra la aparente falta de sentido lo define, tal como define a cualquiera que haya vivido, y su búsqueda continúa inspirando a aquellos que reconocen cuán eterna e intrínsecamente humana es esa lucha”.[i]

El viaje de Gilgamesh continúa a través de los siglos. El relato de su fracaso en realizar el sueño de conseguir la vida eterna es precisamente el medio por el cual logra alcanzarla. La epopeya de Gilgameshnos sigue enseñando, miles de años después de la muerte del héroe, que aunque no podamos vivir eternamente, los seres humanos alcanzamos una cierta inmortalidad cuando conseguimos que nuestra amistad o nuestro amor perduren en las vidas de los otros.

[i] Texto e imagen tomados de la entrada de 19/07/2019 publicada en la revista Red Historia. Consultado en: https://redhistoria.com/resumen-del-poema-de-gilgamesh/

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