Tras ejercer un tiempo como abogado, Gonzalo decidió opositar, tarea que le llevó 4 años. Aprobó con 28 y una vez pasado el periodo preparación de 2 años, su Majestad el Rey le concedió la Cruz de San Raimundo de Peñafort. Distinción que se otorga en el Acto de Entrega de Despachos, al mejor de la LXXI promoción en la Carrera Judicial, tras obtener 93’99 puntos sobre 100. Es el primer jurista de una familia vinculada con las ciencias de la salud.
¿Qué te supone ser el primero de tu promoción?
Un orgullo. Mi objetivo era aprobar, que ya es bastante empresa. Sacar la máxima nota en el proceso conlleva una distinción y la prioridad a la hora de elegir destino, por lo que es un honor.
¿Por qué has elegido Ibiza como destino?
Por diferentes motivos. Al haber cursado derecho foral balear, el juzgado de Ibiza es una plaza muy apetecible. Lógicamente, las plazas que ofertan para las nuevas promociones, como en cualquier carrera profesional, son las más complicadas, con mayor interinidad y rotación. Pero este no es el caso de Ibiza. Que estuviera ofertada es algo extraordinario, porque además es una plaza de Magistrado y con separación de jurisdicciones. Por poner un ejemplo, el Juzgado de Barbastro es un Juzgado Mixto, atiende primera instancia e instrucción. En el de Ibiza únicamente voy a llevar primera instancia. Y luego, la isla me gusta mucho.

¿Te planteas con el tiempo volver a Aragón?
Sí, no lo descarto en absoluto. La provincia de Zaragoza, concretamente la capital, es de las más complicadas para acceder. Más incluso que Madrid o Barcelona debido a su gran tradición opositora. Cuentan con un cuerpo de funcionarios muy amplio. Pero la Audiencia Provincial de Huesca, en unos años, cuando acceda a la categoría de Magistrado o me especialice en alguna otra Jurisdicción, es una plaza muy apetecible también.
¿Cómo conseguiste aprobar y sacar tan buena puntuación?
Bueno, es un trabajo muy duro. En mi caso lo conseguí en cuatro años, la media se sitúa en cinco o en seis, pero hay personas que lo consiguen en tres o incluso en menos años, algo extraordinario. Es una dedicación en exclusiva e intensiva. Yo dedicaba al estudio unas diez horas de media al día. Quince días de vacaciones al año y un día de descanso a la semana, que en mí caso era el sábado.
Además, se contrata al denominado ‘preparador de la oposición’, que suelen ser Magistrados, Jueces o Fiscales, a los que vas a ‘cantar los temas’ -como se dice coloquialmente-, que luego expondrás en el examen ante el Tribunal Supremo de Madrid. Cuando se acerca la convocatoria, y una vez dentro de ésta, el ritmo de estudio aumenta hasta 12, 13, 14 horas incluso diarias. Llegando el último mes a unas cifras bastante disparatadas de estudio.

Esta es una carrera de fondo, de larga distancia, porque no puedes quemarte muy deprisa. Hay que ir poco a poco avanzando en el control del temario. Y aunque parece imposible, al ser más de 300 los temas, un día todo ese conocimiento aflora. Pero hay que tener mucha constancia y disciplina.
Durante el proceso ¿te ausentas de la realidad o puedes seguir la actualidad?
Seguíamos la actualidad por supuesto. Lógicamente estás muy, muy centrado en estudio, así como todo tu entorno. Has de tener todas las condiciones que te rodean aptas para poder estudiar. Puedes perder un poco la noción de la realidad los últimos días, el último mes, al poder llegar a pasar 15 horas estudiando y evitando todo tipo de distracciones, como el móvil. El rato libre te pones una película u algo que te ayude a evadirte. Pero luego has de volver a aterrizar, por así decirlo.
Has sido distinguido con la Cruz de San Raimundo de Peñafort, mantienes la tradición de grandes juristas de Barbastro, como Escudero, Manuel Ollé, …
Si, Barbastro siempre ha sido una plaza de cierto prestigio a nivel judicial. Ya no solo en la judicatura sino también a nivel de abogacía y todo lo relacionado con el ámbito jurídico. De hecho, cuando en algún círculo jurídico he dicho que soy de Barbastro, la gente lo conoce mucho. El barbastrense Javier Delgado fue presidente del Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial durante bastantes años, Félix Azón, Enrique Cáncer, tenemos una gran tradición jurídica sí.
¿El tema de los bienes nos habrá dado cierta fama también en el ámbito judicial, o eso no se comenta?
Si ha dado cierta fama, pero más en Aragón y Cataluña. Al final se ha conseguido la entrega de gran parte de los bienes, se han ejecutado las resoluciones judiciales. Se ha tardado, lógicamente, pero al final se está cumpliendo la ley.
¿Tienes preferencia por alguna especialidad del derecho?
Una vez apruebas, dentro de la judicatura como en cualquier otra carrera, hay otras oposiciones, de menos entidad, pero oposiciones, para la especialización. Concretamente suele haber tres. Social, que sería un poco el derecho laboral, Mercantil y Contencioso Administrativo. A mi esta última es la que más me atrae. Quizás está considerada la más técnica y extensa de las tres. Es una oposición de cierto prestigio, la materia es muy bonita, pero también muy compleja e inabarcable. Por lo tanto, es otro reto que igual me planteo en el futuro.
La justicia está en boga últimamente. ¿Qué opinión le merece el bloqueo en la renovación de los Tribunales?
Al final, el sistema de elección es el que es. Se puede discutir si es el sistema más idóneo o no. Lo que está claro es que se ha reclamado desde todos los sectores de la judicatura. Incluso el anterior presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial dimitió. Es preceptivo que haya una renovación de los órganos constitucionales, previstos en la Constitución, de forma inmediata para garantizar el funcionamiento correcto de las instituciones.
¿Respecto a la ley del “solo si es si” qué opinión tiene?
El juez o magistrado es un aplicador del derecho. Para la elaboración de la ley, aunque lógicamente cuentan con auxilio, asesoramiento, de sectores de la judicatura, es responsabilidad, compete al poder legislativo. El juez o tribunal aplica esa ley con fundamento en la literalidad y haciendo una interpretación de la misma, pero los ámbitos están muy delimitados. Una cosa es la elaboración de las leyes y otra su aplicación, no se puede desplazar la responsabilidad de un lado a otro.
Lógicamente el sistema jurídico es muy complejo. No son compartimentos estancos, hay interrelación en todas las materias. Pero lo deseable es que la ley y la legislación vengan lo más depuradas y ajustadas a la realidad posible. Cuanto mejor esté desarrollada, más precisa sea en sus términos y menos espacio deje a la discrecionalidad e interpretación, más uniforme será su aplicación en todo el territorio español y menos margen dejará a posibles conflictos y controversias en relación a su ejecución.
¿Suele venir a Barbastro?
Suelo venir mucho. Y ahora en Baleares, aunque tenga que coger un avión, seguiré viniendo asiduamente a Barbastro como siempre.