La reforma del Paseo del Coso que acometerá el Ayuntamiento de Barbastro a partir de octubre y que pretende reurbanizar una zona de 5.096 metros cuadrados permitirá no sólo realizar un exhaustivo lavado de cara al corazón de la ciudad del Vero sino también aplicar las últimas tecnologías al servicio del ciudadano.
Este proyecto urbanístico se servirá de las infraestructuras de comunicación y sensorización necesarias para dotar al entorno urbano de funciones avanzadas con el objetivo de optimizar y mejorar la gestión del la ciudad. Este tipo de funciones se engloban en los denominados servicios urbióticos, una serie de productos de base tecnológica destinados a mejorar la gestión y experiencia de uso del espacio urbano y que además de contribuir a una mejor eficiencia municipal facilitan la calidad del vida del ciudadano.
Así, una vez culminado la reforma del Paseo del Coso -en torno en los primeros meses-, el Ayuntamiento tiene pensado según anunció en la presentación del proyecto en una primera fase instalar sensores que permitan determinar la densidad de paso de vehículos, detectar la necesidad de riego de los árboles, y conocer a tiempo real el número de espacios de aparcamiento disponibles. Además, este sistema permitirá añadir, en un futuro, otras funciones como planificar la recogida de residuos en función del nivel de ocupación de los contenedores; la recogida de datos, también a tiempo real, del ruido ambiental; la detección de averías en el alumbrado público; o el nivel de ocupación de las zonas peatonales. Otro aspecto novedoso será la colocación de sensores que en las temperaturas más elevadas pulverizaran agua a alta presión. Este innovador sistema provocará, mediante el uso del agua, la disminución de la temperatura ambiental siguiendo el principio de refrigeración evaporativa, que asegura un uso racional del agua y la energía. Este sistema debe utilizarse cuando la temperatura ambiente supere los 23 grados y consiste en la colocación, a gran altura, de 585 boquillas pulverizadoras en toda la zona de actuación.
En lo relativo al novedoso sistema de detección de zonas de aparcamiento por Internet, se trata de un sistema diseñado por la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), el Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Catalunya (CITC) y la empresa WorldSensing. El sistema localiza plazas urbanas de aparcamiento a través de dispositivos con conexión a la red.
El gerente de la empresa WorldSensing, Ignasi Vilajosana, ha explicado que se trata de una red de nodos -sensores sin hilos- ubicados en las plazas de aparcamiento de las zonas azules y verdes que detecta el espacio vacío y lo transmite a un servidor central, el cual puede reenviar los datos a paneles informativos y conectarse desde cualquier dispositivo electrónico con conexión a Internet, como teléfonos móviles y GPS de última generación que guían al usuario hasta el aparcamiento.
Para ello, los investigadores del proyecto, que recibe el nombre de Xaloc, han creado una plataforma que permitirá a los Ayuntamientos y a los usuarios conectarse vía red y detectar la plaza libre más cercana, lo que para sus responsables permitirá disminuir las emisiones de CO2 y mejorar la vida de los ciudadanos.
Tras un año de investigaciones, este sistema pionero en Europa se aplicará durante seis meses de manera piloto para poder ser implantado en un futuro en ciudades como Barcelona, Sabadell y Sant Cugat del Valls. Barbastro es el único municipio no catalán que ha mostrado interés por este sistema y su puesta en marcha dependerá primero de la finalización de las obras de El Coso y del estudio que realizará el Ayuntamiento para establecer la forma de implantar tanto ésta como el resto de tecnologías que ofrece la urbiótica a través de sensores, según explicaron ayer desde el Consistorio.
Ahorro de CO2
Los responsables del proyecto tienen previsto que la plataforma sea abierta y de acceso gratuito, aunque su instalación en las calles tiene un coste total de 170 euros por nodo, que tendrían que asumir los consistorios.
Sin embargo, Vilajosana ha destacado que el sistema permite implementaciones que facilitan amortizar la inversión como servicios de reserva previa del aparcamiento o la posibilidad de pagar la tarifa de estacionamiento mediante los dispositivos móviles.
El sistema se basa principalmente en la mejora de la conectividad, la autonomía y la conexión entre los diferentes nodos, que alcanzan una vida útil de más de 7 años, similar a la de las carreteras.
Con ello, se pueden llegar a evitar la emisión de 400 toneladas diarias de CO2, gracias a la reducción del tiempo de espera de los vehículos en la búsqueda de aparcamiento que de media alcanza en una ciudad como Barcelona los 15,7 minutos.
El desarrollo de este sistema ha tenido un coste de 400.000 euros, la mitad de ellos financiados por el fondo Feder y la Generalitat, a través de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (Aguar).