Ficha técnica
Dirección: Andrucha Waddington.
Países: España y Brasil.
Año: 2010.
Duración: 108 min.
Género: Biopic, drama, cine histórico.
Interpretación: Alberto Ammann (Lope), Leonor Watling (Isabel), Pilar López de Ayala (Elena), Antonio de la Torre (Juan), Juan Diego (Jerónimo Velázquez), Luis Tosar (fray Bernardo), Ramón Pujol (Claudio), Selton Mello (Marqués de Navas), Sonia Braga (Paquita), Jordi Dauder (Porres), Antonio Dechent (Salcedo), Héctor Colomé (Urbina). Guión: Jordi Gasull e Ignacio del Moral.
Producción: Mercedes Gamero, Edmon Roch, Jordi Gasull y Andrucha Waddington.
Música: Fernando Velázquez.
Fotografía: Ricardo Della Rosa.
Montaje: Sergio Mekler.
Dirección artística: César Macarrón.
Vestuario: Tatiana Hernández.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en España: 3 septiembre 2010.
Apta para todos los públicos.
Sinopsis
Un joven soldado regresa de la guerra al Madrid en construcción del siglo XVI. Como cientos de jóvenes, aún no tiene claro el camino que quiere seguir. Mientras lucha por sus inquietudes y ambiciones, dos mujeres se cruzan en su vida: una liberal, empresaria de éxito; la otra noble, soñadora. Junto al amor se le presenta la aventura y mientras aprende lo que de verdad significa amar, es perseguido por la justicia, encarcelado, amenazado por sicarios y bandidos hasta esconderse en el puerto de Lisboa, donde se está preparando el mayor ejército naval que haya contemplado el mar. La película es un biopic sobre Lope de Vega, uno de los más importantes y prolíficos autores del Siglo de Oro de la literatura española.
Crítica por Fer Broto
Antes de nada debo disculparme ante mis lectores -sean muchos o pocos- y ante mis editores por mi reiterada ausencia en mis obligaciones para con este periódico digital. La película que me ha tocado visionar esta vez ha sido la hispano-brasileña Lope, aproximación biográfica ligera a la figura de la posiblemente más grande figura de las letras españolas, aunque parezca un sacrilegio, en mi opinión por encima incluso de Miguel de Cervantes y Saavedra, por lo prólijo de su obra y su maestría en todos los generos-3000 sonetos, 3 novelas, 4 novelas cortas, 1800 comedias…- y la verdad es que por todo ello merecía mejor trato del que recibe en esta película.
La verdad es que las carencias del film empiezan por la figura del máximo responsable: el director. Me resulta incomprensible como han confiado este proyecto al director novel brasileño Andrucha Waddington, al que se le nota desde el principio que le viene grande, nunca consigue la distancia para abordar la vida del maestro Lope de Vega, la única razón que se me ocurre para que Waddington dirija esta película es que haya sido para contentar a los productores brasileños que cofinancian Lope.
Hay que decir que el director brasileño es el máximo culpable -el director siempre lo es- pero no el único, él tiene que trabajar con un guión soso y corto de miras, que se centra en un periodo breve del poeta, su affaire con Elena Osorio, con su desenlace que le terminará llevando a prisión primero y al destierro después.
Lo dicho, un guión más que flojo que deja desasistidos a los actores y condena a la película a la categoría casi de culebrón. Así que esto le puede servir de leve excusa a Waddington.
¿Y los actores? Pues ese es otro de los pecados del director, realiza una pésima dirección de actores, que entre eso y el guión los deja como ya he dicho, desasistidos, y cada cual tiene que apañárselas como puede. Y ahí es donde se ve verdaderamente la diferencia entre actores con talento, sino con oficio, y otros que no terminan de encontrar su sitio en esta, siempre tan difícil profesión.
Entre estos últimos se encuentran sobre todo Alberto Ammann, que vuelve a desaprovechar un papel de entidad, como ya hiciera en Celda 211, y aquí no tiene a nadie bajo el que refugiarse. Evidenciando sus carencias, para mí es un misterio cómo este chico está trabajando tanto y ya tiene un Goya en la repisa de su casa. Y, por supuesto, también me llamó la atención la presencia de Miguel Ángel Muñoz. No sé cómo puede trabajar en el cine cuando parecía imposible que abandonara sus papeles de “chulito piscinas” en productos televisivos de dudosa calidad, aunque bien es cierto que ya ha trabajado en 6 películas para la pantalla grande.
Entre los más preparados se encuentran las dos actrices: Leonor Watling y Pilar López de Ayala, y los de siempre, Juan Diego y Luis Tosar, este último limitado por su papel.
Todo no es malo, es imposible no destacar un brillante diseño de producción, que nos lleva al Madrid de los siglos XVI-XVII, sin artificios innecesarios, apoyado por un buen vestuario y una eficaz fotografía.
Así que supongo la conclusión ya la habrán adivinado: que no me gustó, pero como siempre, estaré encantado de leer sus comentarios mostrando su desacuerdo conmigo.
Me alegro de su vuelta Sr. Broto tras esta larga ausencia. Por lo que dice de esta película no creo que vaya a verla. Espero poder comentar con usted otras más adelante…