El periodista señala que el Alto Aragón posee una gran importancia a la hora de acercarse a la historia de la brujería, si bien ha quedado en un segundo plano por la repercusión que tiene Zugarramurdi. «Sin embargo hay otros procesos que son más potentes que están solapados porque no han tenido ningún tipo de repercusión. Pirineos central tiene muchos casos y algunos han sido los primeros», apunta Álvarez.
El periodista y su equipo se quedaron fascinados por el encanto del Valle de Tena como se podrá ver en la emisión de esta noche y donde parece que el tiempo no ha pasado.
«Si le quitas el embalse y cruzas andando por el desfiladero, entras de repente en un espacio que es mágico con las montañas nevadas, es algo onírico. Si a eso le quitas la televisión y la radio, le restas cuatrocientos años y empiezas a meter supersticiones y cómo esa gente veía el mundo te encuentras con un panorama fascinante», señala el periodista.
En este contexto, en el que un entorno aislado puede condicionar la mentalidad y los modos de vida de sus habitantes, es fácil entender, a juicio de Álvarez, porque se confunden unas prácticas ancestrales o relacionadas con la superstición con la brujería.
Previamente a la visita al Valle de Tena, este equipo de Cuarto Milenio estuvo rodando un nuevo reportaje en el Alto Aragón, con motivo del mito del ‘hombre oso’ u ‘hombre salvaje’, para lo cual se desplazaron a las tierras del Sobrarbe, donde pervive en el peculiar carnaval de Bielsa.
Es un reportaje verdaderamente interesante, y Angel Gari un buen antropólogo. Mark de Zabaleta