La jornada de romería concluyó con un ágape en las instalaciones del santuario, mientras que los más jóvenes acudieron hasta las faldas del templo para disfrutar de una jornada festiva en Barbastro.
También la asociación de amigos de El Pueyo aprovechó la romería para inaugurar la colocación de una réplica de la antigua cruz en las inmediaciones del templo que había sido destruida hace dos años con motivo de un accidente de circulación.
Este año se cumplía además el 140 aniversario de la entronización de la estatua del Corazón de Jesús en el Santuario «que ha sido un referente en El Pueyo», como indicó el alcalde Antonio Cosculluela. Su homólogo de Berbegal, Miguel Ángel Puyuelo, aprovechó el día para pedir a la virgen por la resolución del litigio de los bienes.
Castejón del Puente, a la Bella
La Alegría de Monzón recibe a miles de personas en el Lunes de Pascua
La Alegría de Monzón atrajo como cada Lunes de Pascua a miles de montisonenses, así como a vecinos de otras localidades próximas como Pueyo de Santa Cruz, hasta su santuario, sito en el cerro de Lascellas a escasos kilómetros de la capital mediocinqueña.
El buen tiempo y el sol que lució durante la mañana animó a los montisonenses a dejar sus coches y recorrer a pie como antiguamente se hacía la ruta que lleva a la ermita por el camino del romero. Éste se abrió a las 7.45 y se cerró a las 11.45, momentos antes de que el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, oficiara la misa del mediodía.
La gran afluencia de romeros evitó que se formaran los colapsos habituales en otros años, aunque no dejaron de haber retenciones en momentos puntuales. Pero como recordaba el concejal de Festejos «hasta la policía local nos ha felicitado por animar a la gente a venir andando por el camino del romero y que dejaran sus coches en casa y se ha evitado el tráfico denso».
Las dos ceremonias religiosas estuvieron repletas de gente, que después acudieron a besar a la virgen a su camerín. Mientras la alegría seguía también fuera del templo con las jotas del grupo Aires Monegrinos, los tragos de vino, cerveza y refrescos sin alcohol. La fiesta continuó con la comida en las fincas particulares. «Ha sido un éxito, tremendo y la gente ha disfrutado del día», señaló Vilarrubí.