NdP.
El trabajo de Carmen París ha sido sin duda el que mayor repercusión ha tenido, principalmente por su envergadura como artista, su tremenda popularidad y el acierto comercial de su propuesta. Berna ha llevado la jota a unos escenarios en los que hasta no hace mucho era impensable que el público culto pudiera observar la seña de identidad aragonesa como una sofisticada producción de danza. Un efecto similar es el que ha causado el proyecto «Zambra» liderado por Alberto Gambino y los cantadores Nacho del Río y Beatriz Bernad, y que el pasado año fue programado en Pirineos Sur. Su apuesta por restituir la pureza de la jota y desprenderla de su perfil más rancio ha abierto nuevos debates sobre la necesidad de mantener en permanente evolución el folclore tradicional como única vía para fortalecer sus constantes vitales.
El trompetista oscense Gerardo López participaba de los mismos pensamientos y reflexiones cuando se decidió a promover el proyecto «Aragonian». Pero ahora se trataba de una nueva contorsión para proyectar el folclore aragonés en clave de jazz. Los riesgos eran evidentes porque, como ha recordado López en alguna ocasión, la simplicidad armónica y melódica del folclore popular es difícil de trasladar a las composiciones de larga duración del jazz. Sin embargo han salido airosos del envite y han conseguido que esta «jota negra» no suene como una impostura sino como el resultado de un acercamiento respetuoso, consciente y cargado de sensibilidad.
Gerardo López ha envidado a la escena musical aragonesa a trabajar en nuevas lecturas de sus propias raíces, sin suponer ello una afrenta. Él llegó a «Aragonian» a través de unas reflexiones íntimas que extrapolaban ejemplos internacionales a la realidad autóctona. ¿Por qué no se puede mezclar el jazz y la jota como lo han hecho los cubanos, los brasileños o los americanos con su folk? La pregunta que tantas veces se ha hecho el trompetista oscense deriva de una pasión común por las músicas anglosajonas y por la tradición aragonesa. Se aproxima a ambas con una veneración plena, y sólo lo ha consumado el matrimonio después de realizar un estudio exhaustivo de nuestro folclore para evitar el riesgo de un virtuosismo superfluo. «Aragonian» es el feliz resultado.
Numerosas actividades paralelas animan las tardes de Pirineos Sur
El lunes y martes se desarrollará un taller de baile etíope a cargo del grupo Ethiocolor, que actuará precisamente este martes en el escenario de Sallent. El grupo, creado por Melaku Belay, es un gran embajador de las músicas y danzas tradicionales de su país. El taller se celebra en el polideportivo a partir de las 12 de la mañana. A las 7 de la tarde en la Carpa de los Mercados del Mundo y dentro de la programación familiar actuará la cuentacuentos aragonesa Sandra Araguás con el espectáculo «Contín contando».