El PP hizo público esta subida ayer en nota de prensa tras analizar la situación de la entidad ferial. Cabe apuntar que la junta de portavoces municipal aprobaba por unanimidad la moción del PP en la que se pedía realizar una auditoría económica y de gestión por parte de la intervención del Ayuntamiento.
Según las investigaciones realizadas por el PP el incremento estuvo justificado por el aumento de tareas, por la supuesta firma de un Convenio con el Ayuntamiento, para la gestión del Centro de Congresos. Un convenio que según denuncia el PP nunca se llegó a firmar.
En cuanto a los dos trabajadores a los que no se le aplicó el citado plus, a una trabajadora se le modificó en ese momento el tipo de contrato, con el consiguiente incremento salarial. El único trabajador que no recibió ese complemento fue «el único que estuvo durante meses desplazado y trabajando en el Centro de Congresos y además, ese mismo trabajador fue el afectado por un trato injusto, que provocó que la IFB fuera sancionada por la Inspección de Trabajo».
Desde el PP apuntan que si el estudio de análisis de la gestión se hubiera realizado hace cinco años cuando esta formación lo pidió por primera vez «seguramente hubiéramos evitado la situación en la que se encuentra la IFB, como consecuencia de una nefasta gestión».
Cabe reseñar igualmente, que en el año 2006, ya se produjo una modificación de las nóminas de los trabajadores de la IFB, para adaptarlas a las de los funcionarios de la Administración Local, según un acuerdo alcanzado, equiparando los salarios en aplicación de la Ley 30/1984, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, «cuando siempre y constantemente, desde el equipo de gobierno socialista, se había argumentado que era una Institución con personalidad jurídica propia y totalmente independiente del Ayuntamiento de Barbastro».
El PP indica que ante la situación de grave crisis económica gravísima se obliga a las administraciones a ser muy escrupulosas con el gasto público y a priorizar los destinos de los fondos, incrementando los controles y sobre todo la austeridad.
«El Presidente de la IFB es el alcalde de Barbastro o persona en quien delega, en este caso el Concejal de Desarrollo, Jesús Lobera. Ambos han de dar explicaciones de la grave situación en la que han dejado la IFB y asumir de una vez responsabilidades políticas por esta gestión tan desastrosa», concluyen.