Estela Puyuelo. Sin escritores no hay literatura. Ellos son los encargados de la creación artística, los magos de la palabra, los expertos en sensibilidad. Sin lectores tampoco. Estos son los jueces implacables, quienes definen, al menos temporalmente, qué es literatura y qué no. Pero al final son los editores quienes dan vida a los libros, los que tienen la llave maestra que abre las puertas de la fama para los escritores, siempre que consigan satisfacer el gusto de los lectores. Pero la fama cuesta. Se trata de una inversión ciega que se debe comercializar en librerías y presentar de un lugar a otro, especialmente si son escritores noveles para conseguir ventas y difundir el producto literario. Por ello, para ser un buen editor, hay que tener un olfato literario excelente. Pero imagino que tener una editorial es, más que un negocio, una forma más de disfrutar de la literatura.
P. En las portadas de los libros figura siempre el nombre del autor, el de la obra y el sello editorial, pero gracias a los editores, cuyos nombres siempre se silencian, el público lector puede acceder a las obras que, de no ser por esta inversión monetaria, quedarían inéditas. ¿Quiénes son Reyes Guillén y David Francisco?
Pregunta Ediciones. Llevábamos tiempo dedicándonos a la distribución de libros, de varias editoriales (poesía, narrativa y libro infantil), principalmente por ferias, y desde hace un año también por librerías y bibliotecas. Empezamos Pregunta porque nos apetecía dar un paso más, distribuir también libros editados por nosotros, apostar por autores y obras nuevas.
P. Pregunta Ediciones nació en diciembre de 2012 con la publicación del libro Las pérdidas rojas, de la escritora de Alcolea de Cinca, colaboradora de Ronda Somontano, Chusa Garcés. Contadnos la intrahistoria de este debut.
Pregunta Ediciones. El libro salió en diciembre pero la idea de la editorial ya rondaba desde tiempo atrás. Conocimos a Chusa a finales de junio en Yésero, en el encuentro Brioleta de mujeres escritoras, y nos cautivó su entusiasmo y su forma de vivir la literatura. Conversando, nos comentó que había ganado algún premio, nos enseñó el relato ganador y quedamos en que nos mandaría por mail un proyecto de libro que estaba preparando. Lo leímos, y el resto de la historia son Las pérdidas rojas, nuestro primer libro, para Chusa como autora y para nosotros como editores. Un libro lleno de sensibilidad e historias muy humanas, con alguna pizca de humor pero generalmente dramáticas, aunque con final optimista, catártico, con personajes que aprenden y crecen al perder algo. El libro se presentó por primera vez en la Feria del Libro Aragonés (Monzón), y desde entonces no ha parado, está gustando mucho a la gente, la primera tirada se agotó en tres meses, y ya está disponible la segunda edición, en la que se han añadido relatos nuevos y fotografías del proyecto The other side of death, un relato de Chusa que saltó de las páginas y se volvió realidad.
Después de la edición de este libro de relatos llegó El último concierto de David Salas que en las presentaciones el propio autor, el zaragozano Roberto Malo, interpreta algunas de las canciones-poemas que incluye el libro. ¿Cómo describiríais esta obra? ¿Cómo ha sido acogida por parte de los lectores?
Pregunta Ediciones. El último concierto de David Salas es un libro que mezcla géneros y tonos, es una novela pero tiene relatos cortos, poemas, canciones, humor, drama, ironía… y tiene una estructura muy trabajada y diferente, en la que los fragmentos se van enlazando por orden alfabético hasta contar la historia de David Salas, un cantautor bastante ridículo que está en horas bajas (aunque dudamos que alguna vez las tuviera altas) y al que se le presenta la oportunidad de relanzar su carrera, o estrellarse del todo. Su autor, Roberto Malo, la define como novela de humor, pero nosotros le vemos una segunda lectura, quizá amarga, un poso de desarraigo muy interesante en el personaje y en muchos de los capítulos. Es un libro más maduro de lo que podría aparentar a simple vista.
Roberto Malo es un escritor ya consagrado y que tiene un público fiel, y al igual que el The other side of death de Chusa, este último concierto de David Salas también está saltando fuera del libro para hacerse real, como bien decís en cada presentación el propio Roberto canta y toca (con air guitar) algunos temas, y para el día 15 de este mes se está preparando un conciertazo en La Campana de los Perdidos de Zaragoza con un montón de músicos invitados. Y más cosas que ya se contarán cuando llegue el momento…
P. El último libro editado por Pregunta vuelve a desarrollar el género del relato corto, Cuentos detrás de la puerta, de Begoña Abad, burgalesa. ¿Qué os ha atraído de este conjunto de relatos?
Pregunta Ediciones. Ya conocíamos a Begoña Abad por sus libros de poemas en Olifante, es una autora con mucho éxito, y un orgullo para nosotros como editores sacar de detrás de la puerta sus primeros relatos. Begoña es una mujer a la que la vida ha ido haciendo sabia a base de vivencias y algunos golpes, pero con inquietud y fortaleza ha sabido siempre aprender y crecer, y su gran generosidad le hace compartir con el mundo esa sabiduría, ya sea en forma de poema, relato o charla íntima.
Cuentos detrás de la puerta es un libro muy heterogéneo, son más de 70 relatos entre los que hay dramas personales, crítica social, amor y desamor, ironía, humor, grandes historias y pequeños momentos del día a día. Hasta el momento es el último libro que hemos publicado, lleva apenas un mes en la calle, y también está teniendo gran acogida, como todo lo que hace Begoña. Se ha presentado ya en Logroño y este fin de semana lo hará en Zaragoza.
P. Como vemos, en tan sólo seis meses, Pregunta Ediciones ya ha publicado tres libros. Las pérdidas rojas, de Chusa Garcés, ha agotado la primera edición, por lo que ya está en el mercado la segunda, con nuevos relatos y fotografías. ¿Qué valoración hacéis de vuestra andadura editorial?
De momento estamos muy contentos, el balance es más que positivo, la editorial nos ha permitido conocer gente y viajar a lugares que de otro modo quizá no hubiera sido posible. Pese a que estamos todos en medio del océano de la mal llamada crisis, mientras haya lectores a los que les interesen nuestras publicaciones esperamos seguir trabajando por la cultura y ofreciendo nuevos libros.