Una golondrina sobrevoló el interior del ‘Molino de Chuaquín‘, el nuevo espacio museográfico abierto en El Grado, mientras la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, realizaba la visita inaugural. «Si estuviéramos en Venezuela diríamos que es el espíritu de Joaquín que no está acompañando». El comentario fue de su hermano mellizo Paco Paricio, el titiritero de Binéfar, que junto a su familia y el Ayuntamiento de El Grado se encargó de organizar en la tarde del sábado un emotivo homenaje a uno de los alcaldes más carismáticos y peculiares que ha dado Aragón y que fallecía en primavera tras una larga enfermedad.
El homenaje comenzó a las 18.30 frente al antiguo molino harinero convertido hoy en la Oficina de Turismo del municipio, en un espacio dedicado al parchís (El Grado organiza cada dos años un Mundial, gracias a esa chispa que tenía el fallecido alcalde), y en un centro de interpretación que muestra la vida tradicional en torno al río Cinca.
A pesar del asfixiante calor en torno a los 35 grados, el acto atrajo a una multitud de público lo que demostró «que Joaquín Paricio era una persona querida», como la recordó Miguel Gracia, presidente de la Diputación Provincial de Huesca, fundador de ADELPA con él en 1996 y un gran amigo del ex alcalde a pesar de las diferencias políticas como remarcó. «Con Joaquín era fácil entenderse a pesar de las diferencias ideológicas. Es un excelente ejemplo de lo que son los concejales con una complicidad tremenda con el municipalismo como él tenía», aseguró.
Numeroso público acudió al homenaje a Joaquín Paricio. JLP.Además de los vecinos de los cuatro pueblos que integran el municipio del que Joaquín fue alcalde desde 1995 hasta su fallecimiento hace tres meses (Artasona, Coscojuela de Fantova, El Grado y Enate), también acudieron habitantes de otros puntos del Somontano y representantes institucionales como Santos Larroya de la Comarca, o Mariano Altemir, presidente del CEDER Somontano, alcaldesa, empresarios, amigos en general, porque de Joaquín era fácil ser amigo.
El Gobierno de Aragón desplazó una destacada representación encabezada por su presidenta Rudi que estuvo acompañada por los consejeros de Presidencia, Sanidad, Educación, el delegado del Gobierno en Aragón y el delegado aragonés en Huesca, así como por el presidente del PP en el Alto Aragón. Rudi elogio su compromiso con el patrimonio, el medio ambiente y su «gran capacidad de diálogo, que era su gran arma. Situó a El Grado en el mundo y lo hizo con su ingenio». La presidenta lamentó no haber podido inaugurar este espacio en vida de Joaquín porque era su deseo, pero hasta que no estuvo terminada la carretera de acceso y su agenda se lo permitió no fue posible. «Consolidamos hoy -por ayer- uno de sus sueños, pero el no puede estar. Pero allá donde esté verá su sueño hecho realidad gracias a su tesón y su capacidad para soñar proyectos y convertir sus sueños en escenarios posibles».
También estuvo presente toda la Corporación municipal, encabezada por el actual alcalde Javier Puyal, que lo definió como «un maestro, compañero y amigo». «Tomar las riendas en marzo para mi no fue tarea fácil porque dejaba el listón muy alto. Era difícil decirle que no, no ilusionarse con sus compromisos, ni entregarse con su misma pasión», señaló mientras relató los grandes logros que consiguió para El Grado.
El acto estuvo conducido por la agente de desarrollo Ana Cosculluela quien esbozó la risa de los presentes al evocar a un atento maestro, insistente político, gran amigo y amante de su familia. Éstas y otras cualidades humanas de Joaquín se pueden leer en la piedra original del molino harinero, que Paricio se encargó de preservar, y que da la bienvenida al visitante a este espacio donde disfrutar de todos los encantos de El Grado.
Los Titiriteros de Binéfar pusieron el broche al homenaje mostrando la exposición sobre títeres y naturaleza, las otras pasiones de Joaquín, que se puede ver en este museo. Y en el exterior representaron una espectáculo tan animado como lo fue el alcalde con alma de titiritero.
