En general, prosigue, “la gente se ha llevado muy buena impresión del contenido de la feria porque, además, los expositores han realizado ofertas muy interesantes”. Esta es la misma sensación que se tiene entre los responsables de la mayoría de los 60 stands que se han dado cita en el Palacio de Congresos. “Ha habido público y se ha notado bastante movimiento, pero la gente mira mucho el desembolso que hace”, asegura uno de los expositores.
En cualquier caso, “la respuesta ha sido mejor que la del año pasado –explica Manuel Sanz– cuando se dieron unas condiciones climatológicas bastante peores”. En este sentido, no duda de que esta cita ferial volverá a repetirse el año que viene, ya que “la respuesta de los oscenses es buena y tan solo hace falta que la situación económica vaya mejorando para que haya más alegría en las ventas”.
Durante los tres días de feria, tal vez ha sido la oferta gastronómica la que más tirón ha tenido entre los visitantes, ya que, además, han podido realizar degustaciones en la mayoría de los stands. En esta feria ha habido una buena representación de empresas aragonesas de productos tradicionales como jamones y curados, quesos y mermeladas. También ha habido productos gastronómicos del resto de España como quesos de Mahón y de Idiazábal, embutidos extremeños, repostería artesana o conservas de Santoña. E, incluso, alguna representación internacional de quesos y especias. Además de estos atractivos, los visitantes que han acudido al recinto ferial han participado en el sorteo una estancia en la montaña cortesía de Turismo Verde.