Arte moderno, casas solariegas, una iglesia barroca o una ermita levantada sobre un yacimiento romano. Estos son algunos de los atractivos que ayer pudieron conocer alrededor de 800 personas que participaron en el XXIV Día de la Comarca que se celebró en Salas Bajas.
Esta cita, que se celebra cada año en una localidad de la antigua Mancomunidad y desde el 2002 Comarca del Somontano, reunió a un gran número de vecinos llegados de buena parte de los 29 municipios que conforman este territorio. Salas Bajas conseguía multiplicar por cuatro su población.
Las lluvias y la climatología adversa de toda la semana se tornó en una jornada apacible, casi veraniega, que animó a muchos a desplazarse hasta Salas Bajas y participar en el programa de actos.
La mañana comenzaba con una misa en la iglesia parroquial de San Vicente. Paralelamente, algunos vecinos voluntarios realizaban visitas guiadas para dar a conocer los encantos de la población: el torno del aceite, el lavadero y fuente, el Bosque de Hierro –escultura enclavada en los viñedos de Enate- y visitas a la bodega que atesora una importante colección pictórica de arte moderno.
El alcalde Daniel Gracia valoraba el esfuerzo que habían realizado los vecinos para dar la bienvenida a sus paisanos en una jornada de convivencia, lúdica pero también de mucho trabajo. «Es una satisfacción y un reto porque ha venido mucha gente a visitarnos y a nivel organizativo hemos tenido que tener todo preparado para que todo haya salido bien», explicaba el edil.
Al mediodía tenía lugar la recepción de autoridades, entre las que se encontraba el presidente de la DPH y alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela, el presidente de la Comarca, Jaime Facerías, y representantes de todos los grupos políticos PP, PAR, CHA, salvo IU cuyo portavoz comarcal considera este acto «un despilfarro».
Tanto Cosculluela, como Facerías y Gracia destacaron que este el Día de la Comarca además de tener un carácter lúdico debe de ser una dignificación de la vida en el medio rural. «Siempre que se ha celebrado esta fiesta ha tenido una parte reivindicativa del papel de las mancomunidades en su día y de las comarcas en este momento que son entidades prestatarias y útiles al territorio. Si no estuvieran habría dificultades para que se sirvieran unos servicios básicos a la ciudadanía como el servicio social de base, la recogida de residuos, el asesoramiento en tipo cultural, deportivo, etc. », señaló el presidente de la DPH.
Mientras que el presidente Facerías criticaba la «disminución de la financiación comarcal en los últimos años para poder prestar servicios. Es importante que el Gobierno central y autonómico habiliten políticas para proteger el medio rural».
La jornada culminaba con una comida popular y una sesión de baile por la orquesta Eclipse Musical.
