Óscar Horta, profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Santiago de Compostela, defendió que no hay diferencia entre el hombre y el resto de los animales y, basándose en esta premisa, lanzó una pregunta al auditorio: “Si yo no supiese si voy a ser un humano o un animal, ¿en qué clase de mundo me gustaría vivir?”. El ponente concluyó: “Yo viviría en un mundo en el cual los animales fuesen respetados”.
Por su parte, José Miguel Serrano, doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Comisión Nacional de Bioética, expuso que “hay una confusión entre el derecho y el deseo”. “Yo no he visto ninguna razón para que la exclusión de seres animales de la regulación jurídica como sujetos de derecho sea injusta”, aseguró.
El otro experto participante en la mesa redonda fue Gabriel Domenech, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valencia. Domenech apeló a la normativa vigente e indicó que “cuando se reconoce el derecho a un animal, se está limitando la libertad de una persona”. El profesor se planteó si se pueden limitar los derechos fundamentales para proteger el bienestar animal y aseguró que sólo sería admisible “bajo ciertas condiciones” porque “hay unas reglas del juego que hay que respetar”. Por ello, Domenech concluyó que “hay que llegar a un equilibrio de acuerdo con las reglas establecidas”.
La mesa redonda “¿Tienen derechos los animales?” fue una de las actividades programadas en las XXXII Jornadas Universitarias de los Pirineos, que se desarrollan del 21 al 27 de julio en diferentes localidades de la provincia de Huesca bajo el tema “Ecología de la persona y de su entorno”. El programa incluye otras conferencias y actividades culturales abiertas al público general.