Miembros y simpatizantes de Ecologistas en Acción han participado este sábado en una jornada reivindicativa para denunciar que los caudales “ecológicos” decretados por la C.H. Ebro, para los ríos Cinca y Ésera, apenas suponen entre un 2 y un 7% de sus caudales naturales. Estos caudales son a todas luces insuficientes para lograr que estos ríos funcionen como tal.
De las distintas metodologías existentes para calcular los caudales ambientales, la CHE ha elegido la que da como resultado caudales más exiguos. Por ejemplo, en el río Cinca entre El Grado y la confluencia del Ésera, con caudales naturales medios de 47m3/s, la CHE ha optado por justificar una dotación media de caudales de 1 m3/s en base al método de hábitat potencial, mientras que si hubiera optado por los métodos hidrológicos del QBM o Caudal Básico de Mantenimiento resultarían entre 11,615 m3/s (CHE, 2012) y 17,01 m3/s (OLLERO ET AL., 2002).
Con la nueva dotación de caudales “ambientales”, se sigue detrayendo sobre el 96 % de sus caudales naturales para diversos usos, hidroeléctricos y agrícolas principalmente, y no resuelven las afecciones que vienen sufriendo los tramos afectados de estos ríos por este hecho, como son:
-el deterioro de la calidad de las aguas debido a la imposibilidad de dilución de contaminantes en tan escasos caudales y la escasa autodepuración que puede ejercer el río por el mismo motivo.
-La incisión del cauce principal por donde discurren todas las aguas excepto en crecidas con el consiguiente descenso del mismo y los problemas asociados a estructuras como puentes, azudes y demás.
– la intrusión de especies vegetales de ambientes áridos en el espacio fluvial transformado los hábitats de las especies protegidas por las Directivas citadas, en especial las orníticas.
– la falta de continuidad del río debido a los azudes de Arias I y II, que suponen una barrera a las especies ictícolas.
Ecologistas en Acción apuesta por unos caudales de mantenimiento que persigan la funcionalidad de los procesos geomorfológicos y ecológicos, no solo del propio Cinca sino incluso aportando caudales para el mantenimiento del delta del Ebro. Así se contribuiría a la conservación de los hábitats y especies, por lo que este sistema fluvial, aguas abajo de la presa de El Grado, se ha declarado Lugar de Importancia Comunitaria de acuerdo a la directiva hábitats. Además es la única forma de cumplir el Buen Estado Ecológico del río, de obligado cumplimiento para el Estado Español para 2015 según el artículo 4 letra a) de la Directiva Marco del Agua.
Para conseguir este objetivo, Ecologistas en Acción se ha dirigido al Presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, reclamándole:
-Que devuelva al Cinca los caudales necesarios que permitan mantener de forma sostenible la funcionalidad y estructura de los ecosistemas acuáticos y de los ecosistemas terrestres asociados, adoptando las medidas necesarias para controlar y medir que se cumple esta medida.
-Que se habiliten escalas de peces funcionales en los azudes de Arias I (posee una pero no es funcional) y Arias II.
– Que se cuente con las asociaciones ecologistas a la hora de adoptar estas medidas.
Con su actual forma de actuar la CHE olvida que los ríos atesoran muchos otros valores ambientales y nos proporcionan múltiples servicios ambientales, como mantener la calidad del agua, el transporte de aguas residuales producto de actividades económicas humanas (que en un río sano se autodepuran en un corto tramo), mitigación de avenidas al disipar la energía de las aguas, recarga subterránea de acuíferos o múltiples servicios culturales y recreativos, amén de sistemas que preservan una alta diversidad, no solo ictícola, sino geomorfológicos, de hábitats, aves, invertebrados, constituyendo un corredor verde de primer orden (por su orientación norte-sur en este caso) fruto del discurrir de esos caudales.