La Coral Barbitanya, en colaboración con el Área de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro, organiza este sábado el II Encuentro Coral Ciudad de Barbastro, en el que participarán, además de la formación barbastrense, la Unión Musical Nuestra Señora de Los Pueyos de Alcañiz y la Coral Ahots-Argiak de Vitoria-Gasteiz. Bajo el título “Música para veranear”, este concierto gratuito al aire libre finalizará con una actuación conjunta.
La plaza de la Catedral será el escenario sobre el que, a las 20.30 horas del sábado, las tres corales participantes en este encuentro interpreten una cuidada selección de temas, seis cada formación, que finalizará con la canción “Songoro Cosongo”, de Eliseo Grenet, que las tres corales cantarán conjuntamente.
Se trata del segundo encuentro organizado por la Coral Barbitanya, tras el éxito cosechado el pasado año. Esta formación, fundada en 2001, está dirigida por Estanis Dalmau, quien tomó el relevo de Rosa Corts. En la actualidad, la Coral Barbitanya está compuesta por 28 personas y su repertorio abarca desde la música del Renacimiento (s.XV-XVI) hasta obras contemporáneas. En sus interpretaciones encontramos polifonía religiosa, clásica, popular y folclórica de diversos países. Incluye ocasionalmente en su repertorio obras de Francisco de Sarañana (s.XVIII), maestro de capilla de la Catedral de Barbastro.
Por su parte, la Unión Musical Nuestra Señora de los Pueyos de Alcañiz nació como banda de música hace 36 años pero no fue hasta 1996 cuando, bajo la dirección de Santiago Saenz, se formó la sección coral. Actualmente está formada por 40 voces dirigidas por Beatriz Barceló y su repertorio incluye cualquier estilo de música polifónica.
La tercera participante de este encuentro es la Coral Ahots-Argiak de Vitoria-Gasteiz, nacida en el año 1997 fruto del entusiasmo y de las ganas de cantar de un grupo de alumnos de música y de la propia directora y profesora, Mamen Daubagna. Es una asociación amateur actualmente formada por 30 voces mixtas de diversas edades y cuyo repertorio se extiende no sólo a las interpretaciones de polifonía clásica y música coral vasca, sino también a obras contemporáneas y, de manera importante, a la interpretación de bandas sonoras.
