Sara Nández.
Se acercó hasta nuestra emisora, Radio Somontano, un hombre que decía ser conductista canino y que quería dar pautas para evitar que la gente abandone a sus mascotas en sus días de vacaciones. Nos pareció muy interesante su historia y lo que tenía que enseñarnos, así que le hicimos una entrevista.
José Luque, nacido en Sevilla pero afincado en Monzón desde hace años, estudió para ser adiestrador canino en categorías de obediencia y defensa en la Escuela de Guardianes de Olesa De Montserrat (Barcelona), y lo hizo con un gran maestro, Jean Paul Correa.
Desde el principio José nos deja llamarle Pepe y además aclara que su especialidad es la conducta, así pues se define como “conductista canino”; perteneciente a la Federación Española de Perros de búsqueda y rescate. Dice que es animalista y amante de los perros. Para llegar a obtener estos títulos y esta preparación Pepe dice que desde siempre ha tenido buena relación con las mascotas y en especial con los perros, habla de ese “feeling” con el que ya se nace para que luego llegues a especializarte en lo que se te da bien desde pequeño.
Le preguntamos a Pepe si nos podría explicar cómo elegir un perro a la hora de ir a adoptarlo. Lo primero quiere que pensemos en que un perro lleva responsabilidades y gastos (veterinario, comida…). Nos dice que a la hora de elegir un perro, no es correcto elegir por la raza que nos guste. Hay que ver cómo es el perro, según el estilo de vida de cada humano. Diferencia entre la vida de una persona activa y otra sedentaria. Observando al perro se puede saber si será movido o no y por su morfología, siendo un perro mestizo, se puede saber de qué razas desciende y entonces con todo esto se sabe si vamos a tener un perro que se adapte a la necesidad del humano. Hay que diferenciar el temperamento del carácter. Con el temperamento se nace, el carácter se forja a lo largo de la vida del perro, con sus vivencias y nuestra actitud hacia él. Es decir que puedes tener un perro temperamental pero forjarle un buen carácter. Pero si no sabes cómo hacerlo, porque nadie te ha asesorado, puedes tener un perro de buen temperamento pero con mal carácter. Normalmente todos los problemas de conducta de un animal, son culpa del humano. “Somos nosotros los que con pautas inadecuadas hacemos que el perro se vuelva inestable”.
Ahora vemos que por estos motivos pueden darse abandonos, por la incapacidad de tenerlos adiestrados, por desconocimiento. Pepe nos explica la diferencia entonces de un adiestrador y un conductista. El primero es la persona que mediante una serie de técnicas, enseñan al perro a hacer una labor, es decir un trabajo, son disciplinas (“agility”, obediencia, búsqueda, rescate…) esto ayuda a que el perro pueda estar equilibrado pero no es la clave. Podemos tener un perro obediente pero no equilibrado. En el momento que nosotros practicamos estos trabajos el perro sí está sometido, pero después la labor es la del conductista. Primero como prevención el conductista aporta unas pautas de comportamiento para que no se presenten problemas conductuales del animal. Si ya llegas con un problema del perro, el conductista tiene la habilidad, y los conocimientos en psicología canina, para reconducir y minimizar o anular ese problema.
Cuando le preguntamos por la agresividad en perros, Pepe enseguida nos aclara que esto no es una conducta, es una consecuencia de una dolencia previa. El perro puede estar estresado, deprimido…
Para que un perro crezca con una buena conducta lo ideal es empezar antes de los 6 meses de vida del cachorro. Cuanto más mayor se hace, costará algo más. También es verdad que de pequeño el animal tiene sus limitaciones, habrá que ir avanzando en su enseñanza como con los humanos. Para prevenir los problemas conductuales, desde antes de entrar en el umbral de casa, ya hay que disciplinarlos; su madre lo está haciendo desde que nacen.
Nos comenta algún ejemplo sobre reconducir la conducta. Si tienes un perro estresado, lo primero que necesita es ejercicio, gastar energía. Además de enseñarle la jerarquía de la manada. El humano siempre tiene que estar por encima del perro. Hay que mantenerse firme. “A un perro nunca se le regala una caricia”. Esto puede parecer duro, pero nos dice que nuestra mascota debe ganarse las caricias. Sea del tamaño que sea el perro, se le debe aleccionar de que la recompensa viene por un buen trabajo, una buena conducta. Nuestro conductista deja muy claro que las caricias regaladas no son para satisfacer al perro, son actos de auto-satisfacción del humano.
Hablamos de que a veces los perros de menor tamaño son los más consentidos. Pepe nos sentencia con una frase “los perros pequeñitos son los reyes de la tiranía”. Razas pequeñas que no se tratan como a perros grandes y que luego los vemos dominando a perros diez veces más grandes, porque el dominio de los perros es psicológico, no por tamaño. Malcriamos a los pequeñitos porque tendemos a sobre proteger al animal. Pepe dice que a todos los perros, de todas las razas, hay que crearles límites, marcar lo que pueden y no pueden hacer.
Volvemos a hablar de la agresividad. Pepe se ha topado con los casos típicos que demuestran que la actitud del perro depende del dueño, de quién está conectado a través de la correa con el perro. Por ejemplo hay gente que no sabe hacer la “presentación con otro perro”. Si nosotros nos mostramos nerviosos e inseguros, el perro toma el mando, y se prepara para defendernos, así que muestra agresividad. Hay que vivir en el presente, pensar algo positivo, que no va a pasar nada, y mantenerse firme.
A Pepe le gusta hablar de energía, lo que el humano proyecta, una masa corporal que desprende energía y otros captan, los perros sienten esto multiplicado. Habla de diferenciar la psicología canina de la humana, porque funcionamos de manera diferente. Cuando un perro tiene miedo o está excitado, o sobreactúa de alguna manera, si lo acariciamos, resulta que le estamos diciendo que está bien estar así, hacemos lo contrario a lo que deberíamos hacer. En cambio con los humanos, sí estaría bien mostrar cariño. Si un perro se muestra inseguro o intranquilo, hay que ignorarlo, no se le puede recompensar.
Los perros entienden que el que camina primero es el que domina, así que para un perro al que corregir la actitud dominante hay que tratar siempre de que tú pases por cualquier arco de puerta, y cualquier puerta antes que el animal; para entrar y para salir. Como tampoco se puede permitir dar comida al perro mientras tú estás comiendo. El jefe de la manda come primero, por lo tanto hasta que no acabemos nosotros no podemos darle de comer.
En cuanto al paseo, no es normal que el perro vaya por delante. Otra cosa es que adelante un poco la cabeza pero que no tire de la correa, entonces está bien, no hay que rectificarles. Los amos debemos ser rígidos, y si no cumplimos las pautas al 100%, hay que intentarlo para que el perro se comporte bien con un 60% logrado.
Le preguntamos por los perros con ansiedad por separación. Cuántas sorpresas de amos que han regresado a casa y encuentran el sofá, los muebles, mordidos, o cualquier otro desastre… Pepe nos lo dice muy claro. “Los perros tienen pánico a quedarse solos”. Para estos animales es antinatural que la manada se vaya y un miembro se quede atrás, sólo lo hacen en el periodo de lactancia de las hembras. Entonces este pánico más lo antinatural de quedarse solo, hace que el perro se estrese y su frustración la saque mordiendo todo lo que tenga a su alcance. Un ejercicio para trabajar esta ansiedad, para hacerlo con tiempo, sin prisas, es salir a la puerta y esperar a que el perro se calle. Entonces entramos, y lo repetimos varias veces incrementando el tiempo de estar fuera. Siempre podemos entrar si las primeras veces el perro no para de ladrar o aullar, pero hay que hacerle ver que esa actitud no es la correcta. Siempre 10 minutos antes de salir de casa y 10 minutos después de haber vuelto, hay que ignorar al perro por completo. “Ni mirarlo” nos dice Pepe. Con estas dos pautas tiene que desaparecer este problema en la mayoría de los casos.
Nos quedamos encantados con todo lo que nos explica José Luque y ahora sí que tenemos ayuda para los que quieran acudir a la protectora y elegir una mascota. Siempre podemos llamarle y pedir sus servicios de conductista.
Pepe nos acaba la entrevista con una frase “la grandeza moral de un país se mide con el respeto con el que tratan a sus animales”, frase del líder pacifista indio Mahtma Gandhi.