Aragón gana un aliado de peso en el litigio por la devolución de los bienes de arte sacro en depósito en el Museo de Lérida y que son propiedad de las parroquias altoaragonesas. El nombramiento del ex obispo de Barbastro – Monzón, Huesca y Jaca, Juan José Omella, como nuevo arzobispo de Barcelona da esperanzas a los interés aragoneses ya que el prelado ha sido y es un firme defensor de la devolución de las obras reclamadas desde hace más de veinte años por sus legítimos dueños.
A este respecto, se mostró partidario desde su nuevo cargo en Barcelona favorecer un clima de entendimiento y trabajar por la devolución de los bienes. «Todo lo que sea favorecer el que se cumplan esas sentencias entre Barbastro – Monzón y Lérida lo haré y lo apoyaré. No sé como arzobispo de Barcelona qué se puede hacer, pero todo lo que esté a mi alcance por supuesto que lo haré», señaló.
El próximo arzobispo de Barcelona considera que Aragón debe seguir reclamando lo que es suyo sin «perder la esperanza. Hay que seguir regando y al final se consiguen las cosas con esperanza e ilusión. Sin reñir y sin coger armas pero machando, machacando, … Aragón es tenaz».
Por otro lado, ayer el arzobispo electo hacía pública una carta a todos los feligreses de la archidiócesis en la que mostraba su talante de servicio: «No vengo a imponer nada, vengo a ofreceros mi amistad y a abriros mi corazón. El arzobispo electo de Barcelona también hizo en su carta guiño a las autoridades catalanas, a las que envía «un saludo con respeto y admiración».
Por su parte, el que será arzobispo emérito Lluís Martínez Sistach valoró «muy positivamente» a su sucesor, del que destacó su «inquietud social».