El Ayuntamiento de Bierge está esperando a recibir la normativa del Gobierno de Aragón que regule cómo serán los baños en piscinas y en espacios naturales como ríos para decidir cuándo abrirá su popular Salto, en la presa hidráulica municipal del río Alcanadre.
En los últimos años la temporada comenzaba el 15 de junio y finalizaba el 1 de septiembre. El Ayuntamiento todavía no sabe si podrá regular el acceso a partir de esa fecha o tendrá que ser el 1 de julio, fecha acordada por DGA y entidades locales como inicio de la temporada de piscinas.
Con el inicio este lunes de la Fase II ya se puede acceder a los ríos a bañarse, aunque hay estudios del CSCIC que desaconsejan hacerlo por propagarse más fácil el virus en agua dulce que en la salada de la playa o en la tratada químicamente como en las piscinas.
De momento varios bañistas ya han acudido al río Alcanadre aunque de momento el número es poco significativo. Habrá que esperar al fin de semana para conocer si aumentan los bañistas.
Desde subdelegación indican que no hay prohibición por la COVID-19 de bañarse en el río pero es posible que en próximos días haya algún decreto al respecto ya que las recomendaciones sanitarias van en la línea de evitar baños para contraer contagios. No obstante, en caso de bañarse, fuentes de la subdelegación del Gobierno en Huesca recalcan que se deben adoptar las medidas de seguridad que rigen el baño en la playa: distancia de seguridad con un perímetro de dos metros, bañistas de la misma provincia, uso de mascarillas en caso de no respetar los 2 metros, … El acceso lo regularán los municipios o en su caso la DGA, informan desde la subdelegación del Gobierno.
El alcalde de Bierge, César Sánchez, desaconseja bañarse hasta que haya una normativa clara por parte de la DGA: “Habrá que esperar a conocer la normativa y directrices para bañarse en agua dulce y acondicionar el salto. Hay mucha incertidumbre. La información que nos llega es que está en estudio si se puede bañar o no en agua dulce, y que de momento se desaconseja. Habrá que valorar y estudiar el protocolo y después actuaremos. Pero desde luego como muy pronto será el 15 de junio y si no ya nos iríamos el 1 de julio”, afirma el alcalde.
Lo que sí que se ha aplazado es el inicio de las obras de los baños para sustituir a los portátiles que se instalan cada verano. Estas actuaciones, inicialmente previstas para esta temporada, se realizarán a partir de septiembre, con fondos de la Consejería de Desarrollo Rural y Medio Ambiente. En cuanto a la pasarela sobre el río Alcanadre que conectará ambas orillas se ha descartado ese proyecto y se está estudiando una nueva alternativa.
Salto de Pozán
El otro gran popular Salto de la Comarca del Somontano está entre Pozán de Vero y Castillazuelo. La alcaldesa Rosana Marcos alerta de que este verano esta zona de baño se verá masificada a tenor de las restricciones en piscinas. Y ello traerá más impacto medioambiental y problemas de convivencia, ya que muchos bañistas aparcan sus vehículos indebidamente cortando el camino a huertas. Por ello, la alcaldesa de Pozán de Vero pide a las autoridades que tomen medidas preventivas. “Ahora mismo no hay masificación pero sí que se la espera. Por eso pedimos a las autoridades competentes que velen por ello. La gente o no ha tenido miedo o se le ha ido muy rápido. Nosotros no podemos actuar en el río. Si otros años ha habido masificación, es de prever que este verano haya más, por lo que esperamos que cuando aparezca el problema se tomen medidas por parte de las autoridades con competencia en cauces y riberas”, afirma.
Salinar de Naval
Donde parece que no habrá baños será en el salinar milenario de Naval. Este reclamo turístico que atrae cada verano a unos 25.000 visitantes en busca de baños terapéuticos de sal, podría no abrir sus puertas. El gerente de la sociedad formada por vecinos que lo explota, Saturnino Riazuelo, indica que la decisión se tomará la próxima semana pero se muestra muy pesimista por el elevado coste que conllevaría las medidas a adoptar que no harían rentable su apertura. “Aforo limitado, medidas higiénicas, contratar a más personal, si abrimos perderemos dinero. De momento lo que está claro es que en junio no se abre y tomaremos una decisión la próxima semana para ver si se abre en julio y agosto, pero ya contemplamos que va a ser un año perdido”, señala. Y es que los tres meses de verano en que el salinar funciona como atractivo turístico, garantizan la actividad salinera todo el año, y que por sí sola supone un 10% de los beneficios. “Es una pena porque este año pensábamos seguir haciendo inversiones”, concluye Riazuelo.