La localidad de Alquézar es una de las joyas del Somontano y una de las localidades que más turismo atrae a lo largo del año. Su encanto urbano y su privilegiada ubicación en el corazón de la sierra de Guara, así como su infraestructura hotelera, la convierten en una referencia para los amantes del turismo de naturaleza.
Para seguir estando en la punta de lanza del turismo aragonés, el Consistorio que preside Santiago Santamaría es consciente de dotar al municipio con unas buenas infraestructuras de servicios y que faciliten la información al visitante. En este sentido, el Ayuntamiento va a iniciar en breves fechas un ambicioso proyecto para crear una nueva oficina de turismo ubicada en el centro de la villa medieval, concretamente en el espacio del antiguo molino oleario.
Según explica el alcalde y además consejero de Turismo en la Comarca de Somontano, esta nueva oficia «será moderna y estará dentro del casco histórico». El Ayuntamiento está redactando el proyecto de ejecución cuya valora lo cifra en más de 400.000 euros.
La actuación que se pretende realizar es una rehabilitación integral en el entorno del edificio de la almazara -que cuenta con 250 m2 de planta- y para ello ya se cuenta con fondos del 1% cultural del Ministerio de Fomento, así como de la Diputación Provincial de Huesca.
Las obras comenzarán pasada la temporada turística para concluir en invierno.
La nueva oficina de turismo contará con sala de reuniones dotada con los medios tecnológicos necesarios, tendrá una mayor accesibilidad y contará con baños públicos, una carencia que tiene la actual oficina, sita a la entrada de la población.
La actuación de reforma del edificio permitirá también rehabilitar el antiguo molino para que siga molturando las olivas de la zona, como se viene realizando invierno tras invierno, en espacios diferenciados con la oficina de turismo. «El objetivo es conservar esa tradición y que las familias de Alquézar puedan producir su propio aceite». Cabe apuntar que Alquézar es una zona rica en olivares centenarios y que cuenta con su propia variedad de oliva, la alquezrana, que supone el 10% del cultivo en el Somontano.
El alcalde valora el hecho de unir en un edificio histórico dos servicios como la oficina del turismo y la molturación. De hecho ya existe otro precedente muy cercano como es el Torno de Buera. En este caso el Ayuntamiento de Santa María de Dulcis rehabilitó su antigua almazara para moler de forma artesanal, así como servir como espacio cultural y oficina de turismo.
Santamaría también sueña que esa actuación sirva de revulsivo agrícola «y la gente joven que ha plantado olivos y tiene intención de producir de forma empresarial, a lo mejor en vez de llevar su aceite a otra almazara lo puedan envasar aquí con el nombre de Alquézar».