Alquézar se queda sin su macro tirolina sobre el cañón del río Vero de 2,5 kms, al no conceder el INAGA (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) la declaración ambiental, documento esencial para poder ejecutar este proyecto que ha tenido una gran contestación social.
El proyecto lo presentaba la empresa Fun Canyon S.L., cuyo promotor es el hostelero de Alquézar Alfonso Puigcercus, que indicó que sus servicios jurídicos estudiarán en detalle la resolución “y los pronunciamientos previos del Ayuntamiento y de las administraciones autonómicas para adoptar las medidas y decisiones de futuro que considere más oportunas”.
El Boletín Oficial de Aragón publicaba el 1 de febrero la no concesión de la autorización ambiental, ratificando así un primer pronunciamiento emitido a mediados de septiembre y en la que se dio plazo a los afectados y las partes implicadas en el territorio a presentar modificaciones.
El INAGA ha tenido en cuenta las últimas modificaciones realizadas por la empresa, especialmente en materia laboral, que elevaba de 5 a 12 puestos de trabajo, pero ha primado las serias afecciones medioambientales que esta infraestructura conllevaría sobre la zona protegida por sus valores naturales.
El departamento medioambiental del Gobierno de Aragón respalda “los argumentos presentados por el Ayuntamiento sobre las afecciones naturales”, afirma el alcalde Mariano Altemir. La tirolina partiría del entorno de la ermita de San Antón, en la entrada a Alquézar. Allí se debería crear una estructura para sustentar una de las tirolinas de mayor longitud y un espacio para llegar y estacionar los vehículos todo terrenos. Esta infraestructura entra en colisión con la conservación de especies que allí anidan, muchas en peligro de extinción, así como con los planes de ordenación del territorio del Parque Natural de la Sierra de Guara.
La declaración negativa de impacto medioambiental se basa en 7 puntos: impactos adversos significativos sobre varias especies de fauna incluidas en los catálogos de Aragón y España de especies amenazadas (quebrantahuesos, alimoche, milano real, águila-azor perdicera, chova piquirroja entre otras); en este sentido también se considera incompatible con el proyecto de recuperación del quebrantahuesos y del águila – azor perdicera, impulsado por el Gobierno de Aragón. El tercer punto recalca que el proyecto impide garantizar la conservación y recuperación de las especies objetivo de conservación del Espacio Protegido de la Red Natura 2000 ZEPA ES000015 “Cañones y Sierras de Guara”.
También, el informe del INAGA considera que la zona periférica de protección del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara tiene como objeto evitar impactos ecológicos o paisajísticos procedentes del exterior “como puedan ser los que se deriven de la implantación y funcionamiento del proyecto de tirolina”.
Del mismo modo se subrayan las afecciones paisajísticas en una zona con los mayores valores paisajísticos, ambientales y culturales como acredita su catalogación (Zona Periférica de Protección de Parque Natural, Parque Cultural, Red Natura 2000, Patrimonio de la Humanidad o Conjunto Histórico). Y concluye que la alternativa de no ejecución del proyecto es “la alternativa más favorable adecuada considerando las afecciones ambientales y paisajísticas señaladas”.
En el aspecto socioeconómico, el INAGA considera que la docena de nuevos empleos y retribuciones económicas por ocupación de terrenos “no compensa la afección ambiental y paisajística que conlleva el proyecto”, justificándose en que el Alquézar roza el pleno empleo y que “los ingresos pueden no ser suficientes si las administraciones tienen que asumir costes para facilitar la actividad (mejoras de accesos, ampliación de zonas de aparcamiento, etc.)”.
No obstante, el INAGA deja la puerta abierta a que la empresa promotora pueda presentar un nuevo proyecto siempre y cuando las “modificaciones legislativas o en el proyecto que presumieran la compatibilidad con la conservación de los valores naturales”. En tal caso, INAGA abriría un nuevo expediente para evaluar su concesión medioambiental.
Contestación social
Cuando se tuvo conocimiento del proyecto, a comienzos de 2020, se generó una gran contestación social en el municipio y en la comarca con la creación de una plataforma, Alquézar Sostenible, que inició una campaña de sensibilización y presentó varias alegaciones. Asimismo, el montañero barbastrense Javier Subías, reunió a más de 2.200 firmas a través de la plataforma Change.org en contra de esta iniciativa. Colectivos como Apudepa, Fundación Amigos del Buitre, SEO Bird Life, etc., también mostraron su rechazo.