Montar una empresa es algo que requiere afinar al máximo en muchos campos. Hace falta la formación necesaria y el conocimiento del sector, personal capaz y profesional, una gran cantidad de capital para arrancar con solidez y, por supuesto, hace falta un lugar donde comenzar a desarrollar la actividad y permitir trabajar a todo el equipo.
Cada organización busca resolver cada una de estas cuestiones a su manera, pero hay un punto en el que cada vez hay más en común: la selección del lugar en el que trabajar.
Desde hace unos años, se está observando una creciente tendencia en la que las empresas se animan a escoger naves industriales para montar oficinas. No son pocos los empresarios que comenzaron a hacerlo, y no son menos los que lo están haciendo actualmente. En ciudades como Madrid, es fácil encontrarse con empresas que se han asentado en polígonos industriales para disfrutar de las comodidades de las naves para poder desarrollar sus actividades con facilidad y soltura.
El número de negocios de servicios que van en busca de naves en alquiler para establecer sus bases se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Cada vez son más las empresas que apuestan por estas estructuras para asentarse y comenzar a desarrollar su actividad con la ambición de crecer y expandirse, pero, ¿a qué se debe esta nueva tendencia?, ¿qué hay detrás de ese especial interés por buscar naves industriales en sectores que están completamente alejados de cualquier tipo de industria?
¿Por qué se buscan naves industriales en alquiler?
Evidentemente, hay más de un motivo de peso para explicar este cambio y, analizando cada caso y observando los puntos en común, es fácil trazar la línea que lo une todo para darse cuenta de por qué se buscan naves industriales para alquilar en Madrid y en otros tantos puntos del país. Los empresarios se han dado cuenta de las ventajas que brindan frente a otro tipo de estructuras, y no han dudado en sacarles partido para montar sus oficinas.
Menos limitaciones
Una nave industrial, siempre y cuando esté libre de cualquier maquinaria o mecanismo, es un espacio realmente amplio y, por lo general, con unas dimensiones mucho más grandes que las que puedes encontrar en una planta de cualquier edificio de oficinas. Al tener tantos metros a su disposición, las empresas se topan con muchas menos limitaciones, lo que les permite distribuirse como deseen para facilitar la comodidad de sus trabajadores.
Amplitud es la palabra que mejor define la situación general de estas infraestructuras, ofreciendo una mayor versatilidad y libertad para aprovechar los espacios y plantear distribuciones originales y más productivas. Las limitaciones son inversamente proporcionales al espacio que hay, toda una ventaja para quienes buscan convertir sus oficinas en un lugar donde sus empleados no solo trabajen, sino también puedan desconectar e incluso divertirse en sus ratos libres.
Apuesta por la accesibilidad
Debido a la versatilidad de las naves industriales, modificarlas es algo bastante sencillo, aunque no exento de inversiones económicas para poder llevar a cabo cualquier tipo de obra o modificación. Esto permite que, entre otras cosas, sea mucho más fácil adaptar las instalaciones y los accesos a personas discapacitadas. Con la importancia que han adquirido este tipo de medidas, la posibilidad de hacer una apuesta total por la accesibilidad en las oficinas modernas se ha convertido en una prioridad.
Y es una que las naves industriales facilitan al máximo. Instalación de rampas, facilidades para desplazarse y, en general, el planteamiento de espacios plenamente adaptados es algo mucho más fácil en las naves gracias a la gran cantidad de espacio que suelen tener disponible. Pueden hacer el día a día algo más fácil a esas personas que se encuentran con más dificultades que el resto.
Posibilidad de ahorro
Posiblemente, uno de los aspectos que más rechazo puede causar a las empresas que comienzan a buscar naves industriales en alquiler para trabajar sea el precio de estas. Evidentemente, es más alto que el de cualquier local de oficinas pequeño, aunque a veces es cierto que las cifras pueden estar bastante reñidas. No obstante, el planteamiento de ideas como el co-working puede hacer que este gasto se amortigüe considerablemente.
Varias empresas pueden ponerse de acuerdo para compartir el pago del alquiler de estas instalaciones para, así, conseguir un mayor ahorro en todo lo relacionado con el mantenimiento y los gastos propios de esta parte del negocio. Colaboración entre firmas que, además, pueden incluso trabajar en conjunto para desarrollar estrategias que aprovechen las fortalezas de cada una.
Estos tres aspectos son las principales ventajas que ofrecen las naves con respecto a cualquier otro edificio al servir como base de operaciones de cualquier empresa. De hecho, son los principales motivos que están alimentando el crecimiento de la demanda de alquiler de este tipo de edificios. Presentan unas características únicas y muy diferentes a lo habitual, motivo más que suficiente para que cualquier negocio se plantee recurrir a ellas en lugar de a los edificios tradicionales.
Una situación que, además, está haciendo que muchos polígonos tengan más actividad que antes debido al mayor flujo de trabajadores. Doble ventaja tanto para ciudades como para empresas.