Varios chefs con Estrellas Michelin y diferentes empresas de renombre se han sumado a la iniciativa del banco de alimentos para llegar a elaborar una tonelada de croquetas junto a los chicos de la Asociación Down Huesca
Paula Gracia: Hoy tenemos con nosotros a Ángel Anoro, padre y miembro de la junta Down Huesca, además es el responsable del área de empleo, ¿en qué consiste la campaña “Un millón de croquetas”?
Ángel Anoro: Hace unos días, el fabricante de las máquinas de croquetas nos llamó porque estaba preparando esta campaña de “la tonelada de croquetas” y necesitaba a gente de su área de influencia. Buscaba aquellos proyectos solidarios que estuvieran asociados a un a un chef con estrella Michelín, que fuese un proyecto interesante, innovador y nosotros fuimos uno de los elegidos. Nosotros tenemos un patrocinador, Carmelo Bosque, estrella Michelín de Lillas Pastia. Con él tenemos a dos profesionales, una cocinera, un trabajador y cuatro chicos con discapacidad que son los que hacen las croquetas de la empresa que se llama la Boca Down.
PG: ¿Y la campaña la lleva a cabo el Banco de Alimentos?
AA: Si, esta campaña es para potenciar el Banco de Alimentos y que entre todos los que salimos en ese spot lleguemos a hacer la tonelada de croquetas que serán destinadas a esta fundación. Ellos mismos desde el Banco de Alimentos propusieron esta campaña en la que incluye a Boca Down y la colaboración de todos los chefs que salen en el spot y diversas empresas alimentarias con reputación.
PG: Sí, porque he visto que en el vídeo salen cocineros como Martín Berasategui, Jordi Cruz, Jordi Vila…, Han colaborado bastante gente de renombre ¿No?
AA: Sí, la verdad es que como puedes ver ahí un poco está la flor y nata de los cocineros y de las empresas que tienen un punto diferenciador.
PG: ¿Cómo ha sido para los chicos y para la asociación el ser seleccionados?
AA: Ha sido una sorpresa para todos y nos hace mucha ilusión estar ahí, entre los mejores. La verdad es que cuando nosotros explicamos nuestro proyecto a la gente les gusta. Al explicar la idea que teníamos de hacer croquetas a demanda a los vendedores de la máquina que hace las croquetas, quedaron encantados. Nos contaron que a la hora de elegir a alguien que colaborase en esta campaña, no han tenido ninguna duda y querían que estuviéramos allí sí o sí.
Nosotros ahora mismo estamos distribuyendo croquetas prácticamente por toda la provincia, pero hace tan solo unos meses, en el mes de marzo, el 80% de los clientes de la Boca Down era hostelería. En marzo se nos cae todo por el parón de los hosteleros y vemos la necesidad de reinventarnos, enfocar la venta de croquetas a tienda. Poco a poco estamos intentando llegar a mucha más gente a través de este método, estamos buscando formas para llegar a todo el mundo.
PG: Sí, hay que ir buscando formas para llegar a todo el mundo. ¿Qué sabores de croquetas se comercializan?
AA: Al plantear entrar en tiendas, pensamos que la ventaja que teníamos al ser pequeños es que podemos hacer la croqueta a demanda. Es decir, por ejemplo, ahora estamos haciendo una croqueta de la de la ternera de Aísa, una empresa al lado de Jaca, ellos tienen sus propios terneros, hacen sus productos y no hay otro elemento que no sea su propia ternera y nosotros les hacemos la croqueta con su ternera. Nos pusimos en contacto con Melsa de Graus y también les hacemos la croqueta de longaniza, la de bacón y queso y la de gallina trufada. En Barbastro colaboramos y nos distribuye Mairal y fabricamos la croqueta con el jamón de Mairal. Estos serían los sabores que más producimos, pero además tenemos la de espinaca roquefort que es una de nuestras estrellas. Si vas de la mano de un chef como es nuestro caso, te obliga a trabajar productos de mucha calidad. Tenemos la suerte de contar con una cocinera que es algo fuera de serie en el tema de las croquetas, las hace de cualquier cosa. Cuando empezamos con esto había nueve sabores diferentes y dos eran dulces, una de arroz con leche y otra de membrillo. Si la cosa fuera como pensamos que puede ir, no dudo que un día puedan estar en el mercado.
PG: ¿Tenéis idea de seguir innovando y de seguir hacia adelante con el proyecto?
AA: Claro, como responsable de empleo, Down Huesca es un referente nacional en el empleo de los chicos. Es por población, la provincia que más gente tiene trabajando en estos momentos. Pero ahora, en esta situación, tenemos dos chavales que trabajan en hoteles y en estos momentos no pueden trabajar, hay gente en ERTE de otro de nuestros proyectos que se desarrolla en una cafetería. Por el contrario, este proyecto de la “Boca Down” es propio de la asociación y tiene posibilidades de crecimiento. Por este motivo es que estamos intentando posicionar aquí al resto de los chicos. Ya están trabajando 4 chicos de forma directa y mi ilusión es poder doblar.
PG: ¿Cuántos proyectos de este tipo actualmente tenéis en el en el área de Empleo?
AA: Nosotros, el Centro Especial de Empleo, tenemos el de proyecto de Deleita que da nombre al centro y tenemos un futuro proyecto con el Albergue La Sabina de Fonz. Yo pienso que estos dos proyectos son los que al final servirán de lanzadera y además, tenemos un centro ocupacional que hace encuadernaciones y lo llevamos a ferias. Por otro lado, tenemos cuatro personas en empleo ordinario en San Esteban de Litera y en diferentes hoteles de la zona. La pionera que consiguió trabajo de la Asociación Down Huesca fue Berta en Barbastro. La Asociación Down Huesca congrega toda la zona de Binéfar, Fraga, Monzón, Barbastro, Jaca y se sube hacia el pirineo.
PG: Y los chicos, ¿qué expectativas tienen con este proyecto? ¿Están ilusionados?
AA: El trabajo que hacen los chicos es muy importante e interesante porque no es un trabajo fácil. Son muchas horas de pie, tienen que bolear una croqueta que no podemos llamarla artesanal, pero el acabado es a mano y ellos son los que las bolean. Otra de las actividades que realizan es que, en vez de poner pan industrial, compramos pan y ellos lo trituran. Este es uno de los secretos que hacen que la croqueta tenga esa textura mucho más crujiente. Los chavales están muy contentos y son conscientes del trabajo que hacen. Si para cualquier persona trabajar es importante para estos chicos es mucho más ya que les plantea un futuro, una situación económica, etcétera. Y cada familia que pone a un hijo a trabajar es como una lotería, porque es un esfuerzo por parte de quien contrata y para el chico, pero al final demuestran que son capaces. El grupo de profesionales que está detrás del área de empleo se lo trabaja mucho, cuentan con preparadores laborales y un psicólogo. Nuestro objetivo es que los chicos durante los primeros años del colegio estén en escuela ordinaria, de ahí, pasan a una FP, y de esa FP hay muchos que empiezan a trabajar y a preparar su formación en un sector para ponerse a trabajar con 21 o 22 años.