Andres de Pueyo y Urríes, natural de Barbastro donde nació en 1711. Era hijo de Gerónimo Pueyo y de Eulalia de Urríes y Cavero. Estudio filosofía y jurisprudencia en la universidad de Huesca, donde fue colegial en el Imperial, y Mayor de Santiago de dicha Universidad. Después de cuatro años en ella recibió el grado de Bachiller en Leyes (24 de abril de 1733), y estuvo dedicado a la enseñanza, explicando los libros: Instituta y materias de ambos derechos. Hizo oposición a una beca de jurisprudencia en el Colegio Mayor, en la que fue electo (9 de julio de 1733). Mas tarde, obtuvo el grado de Licenciado, y Doctor en Jurisprudencia Civil (15 de julio de 1736). Fue rector en el propio Colegio que estudio, además, desempeño otros empleos como el de secretario y consiliario1.
En varias ocasiones, fue padrino en diferentes grados de Bachiller y de Licenciatura, y Doctor en la Facultad de Leyes. En 1734 se le confirió la Catedra de Digesto Viejo en propiedad, y en 1735 y 1736 ejerció las Cátedras de Instituta y de Sexto en esa Universidad. Leyó en oposición, a las Canonjías Doctorales de las Iglesias Metropolitanas de Zaragoza, y Catedral de Barbastro, recibiendo universal aplauso de los presentes.
El 20 de febrero de 1742, se caso con Josefa Díez de Aux y la Marca natural de Pertusa (Aragón), hija de Juan Díez de Aux y de Josefa La Marca, tuvo siete hijos: Joaquín, Julián, Joaquina, María, Josefa, Francisca y Manuel2.
En 1745, el duque de Sesa, le nombró corregidor de Baena (Córdoba), y después fue nombrado Alcalde Mayor en Las Brozas (Cáceres), por su buen hacer se le confirió la plaza de Oidor de la Audiencia de Santo Domingo (Republica Dominicana)3 con un suelde anual de 600.000 mrs. El 7-12-1755, se traslado con su mujer y sus siete hijos a Santo Domingo. El 9 de enero de dicho año, tomo posesión y desempeño el cargo hasta el 21 de octubre de 1776, cuando fue promovido a la regencia de la Real Audiencia de Santo Domingo, cargo que ocupo, durante catorce años.
El 29 de junio de 1791, dirige una carta del gobernador de Santo Domingo, en la que informa se le conceda: “a Andrés Pueyo y Urríes, regente de la Audiencia el retiro que pide, respecto a no poder continuar concurrir al tribunal por sus continuos achaques y edad4″. El 21 de mayo de 1780, se le concede la jubilación por sus problemas de salud, concediéndole un retiro de medio sueldo.
Elaboró testamento, en el que adjudicaba lo que correspondía a cada uno de sus hijos, en día 15 de enero de 1782. Su hija Francisca fue la albacea y tenedora de sus bienes, y en función de los deseos de su padre, se dividieron entre sus hijos. La parte de su hija Josefa, le fue entregada a sus nietos por el fallecimiento de esta, siendo el administrador su viudo Francisco de Paula5. Fallecía en Santo Domingo, el mes de noviembre de 1786, a la edad de 71 años.
Manuel Antonio Ramos, abogado y escritor tacorontero (Tacoronte, Canarias) contemporáneo de Pueyo y Urries, lo describe de la siguiente manera: “El primer Oidor y más antiguo, que hace de Decano, se llama Andrés Pueyo y Uríes, debe a su mucha práctica, literatura, desempeño y conducta la toga, que le adorna su respetable persona. Es muy afable, tratéle muy de cerca. Sabe mucho, es muy timorato y escrupuloso, en una palabra es juez de palo, por lo inflexible e inalterable. No es capaz de apasionarse, ni de dar un paso contra lo que la recta razón le dictare. Nada lo mueve, es un verdadero observante de Las Leyes, no las quebrantará por todo el oro del mundo. Su librería es muy corta, pero es sujeto que no necesita de libros. Su edad es avanzada, pero su tarea es de muy mozo. Lástima que se acabe esta antorcha, pero nos queda el consuelo que le sucederá en el Decanato.”
Andrés Pueyo, supo aprovecharse de su posición privilegiada, como funcionario, ejerciendo una amplia acción en beneficio de su familia y allegados. Su hijo mayor Joaquín, nació el día 28 de febrero de 1746, trasladándose con sus padres y hermanos a Santo Domingo a la edad de 9 años. Cursó los estudios menores y mayores de filosofía, teología, sagrados, cánones y leyes, en la Universidad de la Paz.
Obtuvo el 13 de agosto de 1770, con un sueldo de 500 ducados anuales, la alcaldía mayor de la ciudad de Santiago, empleo, en el que estuvo durante veinticinco años (1770-1795). Se caso clandestinamente con Jerónima Tapia y Castro, de la familia Castro-Rivera y Urdaneta, provocando un conflicto entre esta familia y la suya. Según su padre Andrés de Pueyo y Urríes, “su hijo, había contraído matrimonio sin el debido permiso paterno y en desigualdad de calidad y condiciones respecto a la mujer”, interponiendo una demanda el 7 de abril de 1775 ante la Audiencia y el tribunal eclesiástico para que fuese anulado dicho matrimonio. Asimismo, se quejaba del procedimiento seguido por el sacerdote, quien debía haberse informado a cerca de si los jóvenes tenían las licencias requeridas antes de celebrar la ceremonia y no después, como así sucedió6. “Consideraba su padre que su hijo se había mezclado con una familia de poco lustro”.
A los funcionarios de la Audiencia y de la Real Hacienda, con el fin de evitar su arraigo, y conseguir su imparcialidad, no se les permitía el casamiento de sus hijos, con los hijos de sus compañeros de la misma ciudad, debían pedir una licencia y traslado a otra ciudad. En el caso de las hijas de Andrés Pueyo, esto no se respeto y sus tres hijas se casaron con personas que eran compañeros de su padre y por tanto, ocupaban cargos importantes en la Audiencia y en la Real Hacienda7. María se casó, con el oidor y juez de realengos y almonedas Ruperto Vicente Luyando y Beltrán, trasladándose, en 1772 a Guadalajara para ocupar el empleo de oidor, y seis años mas tarde a México. Joaquina se caso con otro oidor, el limeño Nuño Navia Bolaños, quien años después, fue nombrado para el mismo empleo en la Audiencia de Guatemala. Mientras que su otra hija Josefa, estuvo casada con el contador de las Cajas Reales Francisco de Paula Gazcue y Olaiz, quien acabo instalado en Santo Domingo, y llego a convertirse en un destacado hacendado.
Estos ejemplos muestran, cómo a pesar de haberse tomado la medida de suspender la concesión de licencias, para contraer matrimonio en sus distritos, con el fin de evitar su arraigo y conseguir su imparcialidad, no se alcanzo totalmente en este tribunal; puesto que en él como en otras Audiencias americanas siguieron otorgándose dispensas matrimoniales, bajo la condición de que el interesado aceptara un traslado a otro tribunal. Pero en el caso de Andrés Pueyo y Urríes, además de obtener permiso para casar a sus hijas con algunos de sus compañeros, también se le concedió una excepción, que pidió en 1768: continuar establecido en Santo Domingo.
1 Archivo Histórico Provincial de Huesca, sección Universidad.
2 Archivo General de Indias: ES.41091.AGI//CONTRATACIÓN,5498,N.40
3 Archivo General de Indias: Santo Domingo 985.
4 Archivo General de Indias: Santo Domingo 975 y Santo Domingo 979
5 Archivo General de Indias: Santo Domingo 921
6 Archivo General de Indias: Santo Domingo 997
BIBLIOGRAFÏA
Real Academia de la Historia. Andrés de Pueyo y Urríes
Graduados Altoaragoneses en las Facultades de Leyes y Cánones de la Universidad de Huesca. José Mª. Lahoz Finestres.
Élites y grupos de poder: Los Hacendados de Santo Domingo (1750-1795). Tesis Doctoral. Ruth Torres Agudo. Salamanca 2008.
Guía prosopográfica de la judicatura letrada indiana (1503-1898). Javier Barrientos Grandon. Fundación Histórica Tavera. 2000