Paula Gracia: ¿Cuál es el origen del barrio de San Valentín?
José Plazuelo: Surgió hace muchos años, a raíz de las casas creadas para las personas que trabajaban en Carreteras del MOPU. Se fue agrandando hasta lo que es hoy en día el barrio de San Valentín, que se denomina así por la mujer del constructor que comenzó las obras. La Asociación del barrio nació sobre los años 70.
PG: ¿Cuántos vecinos viven en la actualidad?
JP: Torno a los 200 habitantes.
PG: ¿Qué servicios tienen?
JP: Hoy en día, de todos los servicios que ofrecía, solo queda abierto uno. La panadería y el comercio se han visto obligados a cerrar y solo contamos con un bar. El servicio de mantenimiento de carreteras es un servicio privado, que no lo consideramos propio de San Valentín, es una urbanización independiente con casas propias.
PG: ¿Qué carencias tiene el barrio, qué demandan del Ayuntamiento?
JP: Carencias hay muchas porque al contrario que en otros barrios de Barbastro, en los que el ayuntamiento se ha gastado dinero en infraestructuras nuevas, aquí llevamos muchos años que no se ha invertido nada. Llamamos al Ayuntamiento y le comentamos la falta de infraestructuras o de arreglos que nos solicitan los vecinos, pero realmente no sirve para nada, llevamos mucho tiempo sin reformas ni mejoras.
Ahora tenemos una reunión con el alcalde porque nos hace falta un paso de cebra y su iluminación, ya que no disponemos de ninguno. El Ayuntamiento colocó farolas en todo el paseo, pero aquí no llegaron. Las calles están sin arreglar, los árboles, después de cuatro años conseguimos que los podasen, y el parque está destrozado. Hemos pedido mucha infraestructura, pero no vemos nada. Nos sentimos desplazados de Barbastro, desfavorecidos en este aspecto así como en el tema de la limpieza y servicios. Para que se arregle una farola se tiene que insistir mucho y los vecinos no lo entendemos ya que pagamos los mismos impuestos que cualquier otro ciudadano para tener el mismo servicio.
PG: Es uno de los barrios periféricos de la ciudad. A su juicio, como presidente de la asociación de vecinos, ¿qué se podría hacer para acercarlo a la ciudad?
JP: Lo primero es intentar que la gente al oír el barrio San Valentín no tenga una idea negativa de él. En este barrio hay gente normal, pobre, rica, lista, como en todos los barrios del mundo, pero tiene fama de un barrio delincuente. Tienen que concienciarse de que es otro barrio cualquiera de la ciudad, lo único negativo es que estamos a las afueras, algo alejados. Yo creo que una forma de acercarlo quizás sea a través de infraestructuras como la nueva vía verde o dar utilidad al cuartel militar o el polígono.
PG: ¿Qué actividades realiza su asociación?
JP: Ahora mismo con el covid no se puede hacer nada, yo llevo solo tres meses siendo presidente, y no he podido organizar todavía ningún evento, pero con la anterior presidencia hacíamos paellas en la calle para todo el barrio o fiestas. Queremos seguir realizando este tipo de actividades en cuanto se pueda.
PG: Estos días se está recordando el 25 aniversario del cierre del cuartel General Ricardos. Su presencia frente al barrio sin duda debió suponer su momento de mayor esplendor. ¿Qué supuso para el barrio su cierre?
JP: Supuso muchas pérdidas, aquí había tres bares que vivían de las personas que residían en el cuartel, había mucho movimiento de gente. Cuando se cerró se notó bastante en todo Barbastro, pero aquí mucho más porque se abandonaron pisos y los bares no podían sobrevivir ya que vivían de ellos.
PG: El proyecto de urbanización del cuartel ni está ni se le espera. Sin embargo, el majestuoso edificio de mandos todavía sigue en pie. ¿Quizás se podría aprovechar como uso para la ciudad y para dar mayor vida al barrio San Valentín?
JP: Se han propuesto muchas cosas, pero por subvenciones de la Diputación no ha llegado a nada. Considero que podría servir de acercamiento a Barbastro y ya no sería un barrio perdido, sino un barrio con cuartel, algo identificativo y llamativo.
PG: La antigua vía ferroviaria atravesaba el barrio. Ahora será una vía verde, que prácticamente nace del barrio. ¿Cómo ven este proyecto? ¿Qué supondrá para el barrio su ejecución?
JP: Es un buen cambio, se nota un incremento en el movimiento del barrio, más gente. Además, nos acerca a la ciudad. El bar que resiste ha notado más vida de personas. Ya no solo hay gente del barrio sino de otras partes de la ciudad que se animan a venir a visitarnos. Nos ayuda a entablar relación con los demás ciudadanos de la Ciudad del Vero.