Los años 30 representaron los inicios de una evolución técnica a la que los barbastrenses se acostumbraron rápidamente. Los aparatos de radio, los aviones o los llamados trenes expreso fueron nuevos elementos cuya imagen pronto se convirtió en habitual en sus vidas.
No obstante, añoraban tiempos pasados quejándose, privada y públicamente, de la velocidad con que sucedían las cosas en sus vidas. La sensación era que con esta rapidez todo era superficial, que no tenían tiempo para profundizar y saborear las pequeñas cosas del día a día.
Políticamente, desde el 30 Enero de 1930, el general Dámaso Berenguer Fusté (Cuba 04/08/1873-Madrid 19/05/1953) presidía el Gobierno español en lo que se llamó la “Dictablanda”, término con que la prensa madrileña definió al régimen dictatorial light que sucedió a la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera (Marqués por partida doble: de Sobremonte y de Estella).
La muy inestable situación política generaba dudas, incertidumbres y miedos entre la práctica totalidad de la población española y también entre los habitantes de aquel Barbastro de 1931.
La prensa de la ciudad, al igual que la del resto de España, pasaba por la Censura antes de ser publicada. En un rincón de una de las páginas de un semanario de la época publicado en Barbastro podía leerse:
“Este número ha sido visado por la Censura Militar.”
La Censura, instaurada por Primo de Rivera, fue suprimida temporalmente a mediados de febrero de 1931 con motivo de las Elecciones Generales convocadas para el 14 de abril del mismo año. Afortunadamente tardaría casi una década en volver a las vidas de los españoles.
En sus conversaciones de café, de mercado y de paseo por el Coso, los barbastrenses de 1931 se explicaban sus miedos ante la situación política y cuestiones más prosaicas como que sus abuelos no hubieran entendido la cantidad de noticias que cada día les asediaban o la rapidez con que se olvidaba a algunos personajes, hoy ídolos y mañana olvidados.
Tenían la sensación de que todo iba muy deprisa.
En una España en que la esperanza media de vida era de 50 años para los hombres y de 58 años para las mujeres, hasta lo relacionado con la muerte estaba cambiando.
Muchos se escandalizaban ante la exteriorización del dolor de la muerte. Hasta no hacía mucho la defunción de un familiar representaba tres años de luto riguroso. En aquel 1931 bastaba una pequeña cinta o un botón en el ojal; eso sí, de color negro. Y bromeaban mientras se preguntaban si ante los cambios que estaban viviendo no llegaría el día en que la defunción de una persona querida se celebrara con un banquete.
Que se lo pregunten a los americanos que hoy siguen celebrando el adiós a sus seres queridos con un espléndido ágape.
Barbastro En Enero de 1931 Don Luis Alfós era Alcalde de Barbastro y era ayudado por los Tenientes de Alcalde Don Alberto Palá Mediano, Don Pablo Bosch Fajarnés y Don Demetrio Curcó.
Don Luis Alfós se anunciaba en las publicaciones de la época:
“Herraje carbonizado sin tufo ni humo. Carbón fuerte de carrasca. Venta: LUIS ALFÓS. Barbastro.”
Don Alberto Palá Mediano sería asesinado el día 21 de Setiembre de 1936 por milicias republicanas al poco del inicio de la Guerra Civil.
Don Pablo Bosch Fajarnés, hijo mayor de los fundadores del Hotel San Ramón, fue detenido y encarcelado hasta la entrada en Barbastro de las tropas franquistas en Marzo de 1938.
Barbastro sabe de la importancia que fábricas y comercios han tenido en su desarrollo y en su día a día desde siempre.
Este comercio, que daba y da servicio a la Ciudad del Vero, al Somontano y a otras comarcas tanto oscenses como leridanas, seguía vivo en 1931 con profesionales como Don Ignacio Palá que gestionaba su “ALMACEN DE COLONIALES” donde fabricaba chocolates, pastas para sopa y cafés tostados, como Don Justo Aixelá que era el representante en Barbastro de Cementos Portland Zaragoza, S.A., como Casa Marro que era la “que garantiza los materiales y que más barato vende” en su comercio en la Calle Costa número 13. Allí los barbastrenses disponían de Materiales Sanitarios y de Construcción y un Depósito Exclusivo de Uralita.
Algo en lo que Barbastro siempre ha sido especial es en el trato que se le ha dado a los dulces. Siempre hemos sido golosos y vayan como ejemplo las publicidades de los comercios de Don Constantino Fos y de LA IMPERIAL.
“La antigua y acreditada CONFITERIA de CONSTANTINO FOS ofrece durante la actual temporada de NAVIDADES (de 1930) un grandioso surtido en turrones superiores de guirlache de miel y almendra, blanco de piñon y avellana, mazapanes surtido, de crema y de yema.- Especialidades de la casa: Viena, Capuchinal, Vienés, Cadiz y Gijona, los incomparables Cantos de huevo y almendra y los conocidos rellenos.
Champagne, Sidra “El Gaitero”, Jerez Dulce y Seco de acreditadas marcas y vino Moscatel rancio a granel”.
“CONFITERIA LA IMPERIAL, San Ramón 20. Barbastro. NAVIDADES 1930. El más extenso surtido en toda clase de productos de confitería, para todos los gustos. Mazapanes variados, Cádiz, Toledo, Reina, Granadino, Imperial, Especiales de mantequilla, Gijona, Alicante, Negro de Almendra, Blanco de piñón y avellana, Nieve, Guirlache extra superior, etc, etc.
CHAMPAGNE. Intensa variedad en pasteles, pastas, anguilas, centros, tartas, etc, etc.
Vea usted la GRAN EXPOSICION”
En Navidad de 1930 se organizó en Barbastro una campaña para “allegar fondos con que adquirir juguetes, ropas, etc para los asilados en la Casa de Amparo”. Los principales donantes fueron:
Pablo Sánchez……………. 25 pesetas
Pablo Bosch ………………. 5 pesetas
Manuel Nougués…………. 5 pesetas
Constantino Ramiz …….. 5 pesetas
Luis Alfós ……………………. 5 pesetas
José Borruel ……………….. 5 pesetas
Manuel Artero …………….. 5 pesetas
Evaristo Ferraz ……………. 5 pesetas
Mariano Claver ……………. 5 pesetas
Alberto Salanova …………. 5 pesetas
Ignacio y Ricardo Sanz…. 15 pesetas
Francisco Pascal …………. 5 pesetas
José María Cáncer……….. 3 pesetas
Sebastiana Fajarnés ……. 0,50 pesetas
Constantino Marro……….. 1 peseta
Manuela Mediano…………. 2 pesetas
Félix Lalanne ……………….. 1 peseta
Don Alberto Palá………….. 2 pesetas
Don Ignacio Palà………….. 2 pesetas
Don Víctor Castillón ha entregado un lote de libros infantiles.
Esta campaña de captación de donativos fue promovida de forma entusiasta por los “exploradores de Barbastro”.
La Tropa de Exploradores, que en Barbastro tuvo una importante relevancia en la ciudad en los años 30, fue el nombre que adoptó en España la Asociación fundada en 1908 en Inglaterra por el General Sir Robert Badén Powell con el nombre de “BOY SCOUTS”.
Su objeto era “Enseñar a muchachos adolescentes muchas cosas prácticas que suelen serles de gran utilidad en la vida para valerse por sí solos; despertar en ellos nobles sentimientos y anhelos de ser hombres de provecho para la patria, para la sociedad y para sí mismos. Inculcarles hábitos de orden, de disciplina, de compañerismo, de altruismo y de limpieza.” (Publicación Madrid 1912).
En Barbastro tuvo una gran acogida la idea y gran cantidad de niños y adolescentes se incorporaron a esta autollamada “Tropa de Exploradores de Barbastro”
Presidía la Junta Local de Barbastro Don Pablo Sánchez Rexachs.
El día 14 de septiembre de 1930 tuvo lugar en el paseo del Coso “el acto de la bendición y entrega a la Tropa de Exploradores de Barbastro… se colocaron el Sr. Alcalde, los Sres Jueces de instrucción y municipal, comandante Sr. Arrizabalaga, Sres. Capitanes de la Guardia Civil y somatenes, Ilmo Cabildo de la Catedral, Clero parroquial, RRPP Escolapios y el Comité de Exploradores… la madrina con su corte de honor, y eran Doña María Teresa Lalanne de Cancer, Doña Magdalena Gabás, Doña Ascensión Bosch, Doña Esperanza Corrales, Doña Ascensión Clavero y Doña Marina Padrós… la Tropa con sus instructores y la banda municipal ocupaban el centro del Paseo…”.
Tras discursos patrióticos del Alcalde Don Luis Alfós y de la madrina del acto Doña María Teresa Lalanne, la Banda Municipal preludió el Himmo de los Exploradores que estos cantaron y después de formar, la Tropa desfiló por el Paseo a los acordes de la música del Himno hasta la casa del Explorador, donde fue depositada la nueva bandera. (El Cruzado Aragonés 20 de Setiembre de 1930).
La Tropa de Exploradores participó en numerosas actividades sociales, culturales y patrióticas.
En las notas de sociedad era habitual publicar información sobre cualquier pequeña noticia que hiciera referencia a las familias y personas más relevantes de la ciudad como Rosalía Loscertales, Luisa Lacasa, Teresa Palá, Nicolás Santos de Otto, Ernesto Cáncer, Joaquín Broto, Antonio Nerín, Pablo Sánchez, el Dr. Don Isaac Nogueras, Pablo Bosch Fajarnés, Ignacio Marro, Don Antonio Carmen y muchos más.
Los deportes.
El día 2 de Enero de 1931 se celebró un partido de fútbol entre el C.D. Barbastrense y el C.D. Huesca.
No eran equipos, se les denominaba con el anglicismo “teams” y se usaba con frecuencia otro anglicismo “match” como substituto de partido. Ah! Y los jugadores no eran tales, eran “equipiers”.
En aquel “match” el “team” de Barbastro fue muy superior al de Huesca al que venció por 5 a 0. El público, al contrario de lo que suele suceder en 2023, fue muy correcto, aplaudió las buenas jugadas de uno y otro bando y saludó y despidió a los oscenses con cariñosas ovaciones.
Tan solo dos días después, el 4 de Enero se volvió a jugar otro “match” entre los mismos equipos. Se jugó en el campo de Villa Isabel y esta vez venció el “team” oscense por 5 a 2.
El Club Deportivo Barbastrense se reorganizó y se hicieron cargo de su gestión Don Domingo Murillo, Don Juan Espluga, Don Vicente Sesé, Don Rufino Arnal, Don Pablo Ferrer, Don Joaquín Pomar y Don Luis Rubiella, todos ellos verdaderos amantes del deporte balompèdico.
Como curiosidad algunos datos que nos sorprenderán:
- Una libra esterlina se cotizaba a 42 pesetas
- Un dólar USA se cambiaba a 9,50 pesetas
- Un franco francés costaba 33,75 pesetas
- La Deuda Perpetua al 4% cotizaba al 74,14 %
- El trigo costaba 0,48 pesetas/kilo
- El aceite andaluz tenía un precio de 1,73 pesetas/kilo
- El aceite de Huesca costaba 1,75 pesetas/kilo
A finales del siglo XIX la creación de sociedades recreativas dio un gran impulso social, cultural e incluso económico a la ciudad. Esta situación continuaba viva en 1931 con las actividades del Casino de Barbastro (Junta formada por Don Demetrió Curcó, Don José Lacambra, Don Enrique Lahoz, Don Manuel Cancer y Don Serapio Liesa entre otros).
También permanecía muy activa la sociedad de recreo Juventud Mercantil que renovó su junta en Enero de 1931 (Don Lorenzo Rapún, Don Tirso Fierro, Don Luis Mur, Don Martín Sambeat y D. Alberto Salanova entre otros),
Y entre todo lo expuesto, en Enero de 1931 eran objeto de preocupación, de corrillos, de debate y de discusión entre los barbastrenses temas como la reciente “Sublevación Republicana de Jaca”, la Organización de una biblioteca popular, la creación del “Sindicato de Iniciativas” a imagen del de Zaragoza, o la posibilidad de que se estableciera en Barbastro un Regimiento de Artillería (el día 10 de Enero de 1930, Luis Alfós, alcalde y Alberto Palá Mediano, teniente de alcalde, se desplazaron a LA CORTE, a Madrid, para gestionar la reintegración de fuerzas militares a Barbastro ante la amenaza de Santoña, ciudad principal competidora para acoger a los militares).
También ocupaba a nuestros abuelos la problemática con los pequeños árboles que el Ayuntamiento acababa de plantar a orillas del río Vero y que por falta de cuidados municipales se estaban helando.
Además, no eran ajenos a la todavía famosa Cuesta de Enero.
“Toca a su fin la tan cacareada Cuesta de Enero. Más no hay que dormirse en la suerte. Necedad sería olvides que los últimos metros -días, en este caso- del repecho, son los que más fatigados nos cogen.”
Semanario “La Opinión” Enero 1931.
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