La Comarca del Somontano es conocida por la calidad y variedad de sus vinos, con multitud de hectáreas vinícolas repartidas por todo el territorio. Pero este lugar no es solo conocido gastronómicamente por ello, sino también por el cultivo del olivar que, trabajado a lo largo de todo el año, genera el aceite de oliva que tantos beneficios aporta y que lo hace característico de la dieta mediterránea.
El aceite de oliva, denominado oro líquido, surge del proceso meticuloso de elaboración que va desde la recolección hasta el último filtrado que se le realiza a las aceitunas molidas. La variedad arbequina es la que más se ha cultivado en el Somontano, junto a las zonas fronterizas de Cataluña con Huesca. Esta variedad se distingue por un aceite muy fluido y dulce, a diferencia de otros aceites provenientes del sur de la península como la variedad picual de Jaén, con un sabor más amargo y picante pero no por ello de menor calidad. Se destaca el aceite de oliva virgen extra (AOVE) por ser el más puro sin aditivos, además del que más propiedades contiene.
El uso del aceite de oliva como grasa dietética casi exclusiva es lo que caracteriza principalmente al área mediterránea. Contiene compuestos polifenólicos con propiedades biológicas y farmanutricionales.
Interviene en la prevención de enfermedades no transmisibles como son el cáncer o enfermedades cardiovasculares. Dentro de la prevención del cáncer se ha demostrado una menor incidencia de las neoplasias de mama, siendo hasta de un 68% menor el riesgo de padecerlo; también se asoció a un 14% menos de padecer cáncer colorrectal en ambos sexos. En cuanto a las enfermedades cardiovasculares, se ha visto relación entre el consumo de aceite y las disminución en cifras de tensión arterial, aumento del colesterol HDL (el bueno, el único que debe estar alto), así como una reducción en la incidencia de la diabetes tipo 2 en adultos, disminuyendo cifras de hemoglobina glicosilada, principal marcador para el control de dicha enfermedad.
El consumo de aceite de oliva, haciendo hincapié en el virgen extra, interviene así mismo en multitud de mecanismos moleculares de nuestro cuerpo, evitando en muchos casos el inicio de neoplasias. Mejora el estado de enfermedades como la enfermedad de Crohn al disminuir el daño de la mucosa intestinal o mejorar la flora de bacterias que nos ayudan en todo el proceso digestivo. Tendría efectos profilácticos en enfermedades reumáticas tales como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, e incluso podría mejorar el bienestar de pacientes con esclerosis múltiple.
Convendría evitar, en el cuidado del olivo, el uso intensivo de plaguicidas, haciendo un uso sostenible de estos para evitar la pérdida de propiedades del aceite que ya vemos que pueden ser tan beneficiosas para nuestra salud.
A modo de conclusión, tenemos la suerte de poseer una dieta que es única en el mundo, siendo además, dado el origen de los ingredientes, fácilmente accesible para llevarla a cabo y disfrutar, no solo de todas las propiedades beneficiosas para nuestra salud que el aceite de oliva nos puede regalar, también de su sabor, el sabor de nuestra tierra.