José Luis Pano.
El Ayuntamiento de Binaced ha reunido esta mañana a representantes de diversas administraciones y entidades que trabajan con el colectivo inmigrante para tratar de buscar una solución al cerca del centenar de temporeros subsaharianos residentes en España que malviven por las calles de esta localidad mediocinqueña a la espera de ser contratados por las cooperativas para la recogida de fruta.
Este colectivo de inmigrantes, con su documentación en regla como residentes españoles, llegaron a Binaced hace casi un mes con la pretensión de trabajar en la campaña de la recogida del melocotón. Entonces su número superaba el centenar pero ante las expectativas de no encontrar trabajo, muchos de ellos han optado por marcharse. El número estimado de inmigrantes sin trabajo ni techo es de cerca de 70, según apuntan desde el Consistorio binacetense.
Las fuertes heladas del invierno han mermado la cosecha y las cooperativas locales no necesitan tanta mano de obra para esta campaña. El albergue de la Cooperativa San Marcos, con capacidad para setenta plazas, está al completo con trabajadores contratados por esta cooperativa para la recogida de fruta este verano. Sin embargo, en torno a este albergue y en casetas de monte de Binaced se instalaron con colchones, cartones y pales decenas de temporeros con la esperanza de conseguir un puesto de trabajo si no en esta campaña en la siguiente, que tendrá lugar a partir de agosto para recoger pera.
Estos inmigrantes no han generado conflictos entre la población pero sí que constituyen como ha asegurado la alcaldesa Matilde Herbera «un problema social y de salud pública» sobre todo entre los vecinos cuyos domicilios limitan con los solares donde duermen, comen y pasan la jornada.
Ante las quejas de vecinos y para solventar esta situación, que en la localidad se viene repitiendo cada época de recolección de la fruta, la alcaldesa convocó a la mesa de inmigración que ha tenido lugar esta mañana en el Consistorio y donde se han buscado soluciones a este problema.
El equipo de Gobierno municipal, responsables de las áreas de inmigración del Gobierno de Aragón, de la Comarca del Cinca Medio, Inspección de Trabajo, sindicatos, Cáritas, Guardia Civil y las cooperativas agrícolas de la localidad, han acordado tratar de convencer a estos temporeros para que abandones Binaced puesto que en la campaña de la pera no se necesita más mano de obra. Para ello hablarán con mediadores y les ofrecerán costearles el viaje de regreso en autobús a sus lugares de residencia en España.
En caso de que los inmigrantes temporeros no acepten esta opción, la alcaldesa Matilde Herbera está convencida de que el problema persistirá «por la experiencia de otros años, quince días más» hasta que se inicie la campaña de la pera y este colectivo vea que no tienen ninguna esperanza de encontrar trabajo. «Hemos hablado con ellos y se les planteo la posibilidad de ponerles autobuses y llevarlos a Lérida, pero eso no se aceptó. Ahora vamos a intentar hablar con ellos de nuevo y proponerles que de forma individual puedan regresar a sus domicilios», ha explicado la alcaldesa.
Asimismo se ha acordado, imitando lo que sucede en otras localidades hortofrutícolas aragonesas, convocar la mesa de inmigración en invierno para preparar con tiempo la campaña de recolección de fruta y evitar una masiva llegada de temporeros sin trabajo.
La alcaldesa ha asegurado que «la situación no es tan alarmante como a priori se ha podido transmitir. En un primer momento acudieron bastantes más personas que otros años, pero también es verdad que bastantes inmigrantes ya se han ido. La situación en el pueblo está tranquila y no hay alarma de seguridad pero tenemos bastantes personas que están durmiendo en la calle con perspectivas de trabajar pero sin ninguna posibilidad de hacerlo durante esta campaña en Binaced».