La dirección de Brilén y el comité de empresa decidieron ayer, en el inicio de sus negociaciones por el cierre de la plata de Poli 1 que supondrá el despido de una treintena de trabajadores, darse un plazo para elaborar alternativas para buscar un impacto menos traumático y que afecte a menos empleados.
La próxima reunión tras este periodo de reflexión será el 12 de diciembre. Las propuestas irán encaminadas a realizar recolocaciones en otras áreas de las empresas y tratar de reducir el número de despidos. «Vamos a ver si para entonces todos hemos llegado a un consenso en cuanto al número de personas y a partir de ahí pasaremos a otro punto, en cómo llevarlo a cabo», afirmó Alfredo Tornil, portavoz del comité de empresa.
Para los representante de los trabajadores, una cifra idónea para solventar este cierre sería que los despidos rondarán en torno a los veinte.