La joven carnicera Reyes Pueyo mantiene vivo el negocio familiar de más de medio siglo heredado de su suegra Isabel y desde Naval está demostrando cómo emprender en el medio rural ofreciendo servicio y calidad a partes iguales en Carnicería Isabel de Naval
Materia prima no le falta, ya que el afamado cordero de Naval, reconocido en toda la comarca, lo cría su marido en la granja en la sierra de Arbe. A él se unen las chiretas, plato estrella de esta carnicería, y sus longanizas, morcillas, butifarra, tortetas y chorizos embutidos elaborados de forma artesanal y manufacturado en Carnicería Isabel.
Además de ellos dispone de productos característicos de colmado que abastecen a los clientes de Naval sin que estos tengan que desplazarse a Barbastro en busca de productos de primera necesidad.
La clave para sacar adelante un comercio en el medio rural pasa por la especialización –“mantenemos la elaboración que hacía mi suegra”– y por buscar mercados fuera. “En verano, Navidad y fiestas puntuales eres autosuficiente, pero el resto del año hay que trabajar hacia fuera. Mi marido es ganadero y tenemos cordero propio (1.600 cabezas) y aquí hacemos el género de forma tradicional que repartimos en casas particulares en Monzón, Barbastro, El Grado, el Sobrarbe y a restaurantes en El Grado y Barbastro”, cuenta la joven de Isabel. El mercado catalán es otro de los más rentables para este comercio. Muchos turistas que visitan la villa alfarera se llevan paquetes en verano o reciben paquetes en invierno.
Si todavía no ha probado el producto en la tradicional Feria de Artesanía de Naval, el tercer domingo de este mes, tendrá una buena oportunidad.